De acuerdo a la RAE, mártir es aquella persona que muere o sufre persecuciones por defender sus ideales o creencias, ya sean religiosas o políticas. Por ende, los martirios son injustos y han sido estigmatizados legítimamente por la sociedad a lo largo de la historia, pero como en todo lo que tiene que ver con nuestra condición humana, recurrentemente hay fallas en esta lógica o suelen confundirse las emociones en este tipo de situaciones, las mismas que Marilyn Manson una vez decidió abordar a través de su arte.
Bastará decir en esta introducción que Brian Hugh Warner es uno de los personajes más pensantes de la cultura rocker de su generación, predominantemente en sus posturas políticas y su crítica social profunda, desde puntos de vista incómodos pero llenos de sabiduría. Fuera del estudio de grabación o de los escenarios ha dado sus muestras (entrevistas, documentales, libros, etc.) pero en sus canciones también hay registro de ello, en sus letras tan contundentes que incitan la reflexión. «Lamb of God» del álbum Holy Wood (In the Shadow of the Valley of Death) es una de tantas, que habla precisamente de la martirización falsa o superficial, incluso con fines económicos, gracias a la exposición de las víctimas como una forma de entretenimiento por la prensa tradicional e inmoral.
Pero antes de abordar este contenido lírico, imaginemos que para el año 2000 Warner tenía una idea clara de lo que quería decir, incluso tenía bien identificadas algunas referencias históricas de la cultura popular norteamericana para ser aun más determinante, pero necesitaba casi de manera inmediata su plataforma instrumental, rítmica y sonora que lo respaldaría todo. Fue ahí que tuvo que recurrir a «trucos prestados», digamos, de colegas contemporáneos y no contemporáneos que no precisamente se acercan a su género musical pero que de igual manera podían influenciarlo musicalmente. Uno de ellos fue Radiohead, la banda británica que tres años antes había lanzado su disco OK Computer, donde incluyó una canción llamada «Climbing Up the Walls». Eese fue el riff que cautivó a Brian y lo tomó sin pensarlo dos veces.
Dentro de la estructuras de ambas canciones la melodía en común solo se encuentra en los versos, aunque es bastante clara la alusión o, mejor dicho, el homenaje. El tempo de sus beats también era similar, aunque no igual. Y luego para el estribillo (uno muy emotivo debemos decir) recurrió a «Across the Universe» de The Beatles, escrita por John Lennon, usando la afligida línea «Nothing’s gonna change the world». Cabe decir que Marilyn Manson entendía el asesinato de Lennon como un acto que cambió al mundo, y que todo lo que esto implica lo había ocasionado una sola persona: su asesino.
Las otras líneas que delicadamente profundizan sobre tragedias de nuestro mundo real llegaron con «The camera will make you God, that’s how Jack became sainted» en referencia a John Fitzgerald Kennedy (cuyo apodo era Jack); y luego con «There was Lennon in the happy gun», otro guiño a John haciendo alusión al White Album y su canción de «Happiness is a Warm Gun»; al igual que donde canta «We were looking for Mark David» por el nombre de quien le quitó la vida al ex Beatle. Y, claro, también está una de las frases más poderosas, «It took three days for Him to die then born again to buy the serial rights», una referencia directa a Jesucristo. Y es que en su modo de entender las cosas hay algo de paganismo en la manera en que las personas tocamos y vivimos el tema de la muerte, específicamente en los trágicos homicidios.
El mensaje de Manson no daba tregua a la confusión: repudio total a la manera en que la prensa lucra con la desgracia mortal como un show para la audiencia, en aras de incrementar su rating. El circo es aun más repulsivo, piensa, si la víctima solía ser alguien famoso, alguien con quien se puedan tocar más fibras y remover más las emociones del espectador, porque eso se traduce en más ganancias monetarias. Incluso se llega al vil extremo de convertir a los villanos, después de muertos, en héroes, en santos… en falsos mártires.
If you die when there’s no one watching
Then your ratings drop and your forgotten
But if they kill you on their T.V.
You’re a martyr and a lamb of God
Nauseabunda realidad y condición humana que estudia Brian Warner. La aceptación de la misma en un duelo interno por resistirse a caer en la triste resignación puede sentirse en su voz que se desgarra en el coro: el fracaso en él pocas veces ha sonado tan duro y real.
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