Cuando tristemente se dio a conocer que Tres Warren había fallecido a sus 41 años, el comunicado oficial de Psychic Ills -que presumimos escribió en gran medida Elizabeth Hart– lo describió como un amante de la música cuya alma estaba hecha de ella, y eso lo demostraba en todo lo que hacía con corazón y pasión. Con estas palabras comprendemos aun mejor, en retrospectiva, la manera particular y estrambótica con la que esta exótica banda entendía la música indie en la psicodelia; una visión alimentada mutuamente en la gran mancuerna que estos dos músicos crearon.

Cuando el dúo se formó en 2003, no fue fácil abrirse camino para Warren y Elizabeth en la industria. Ellos venían de conocerse en la Universidad de Texas pero decidieron mudarse al poco tiempo a Nueva York para emprender su psicodélica travesía musical. Avanzaron siempre con un perfil bajo, acompañados de una quizá no grande pero sí leal y conocedora base de fans que fueron encontrando en su música un refugio en el superrealismo hipnótico que brindaba ese rock suave y sucio, y por momentos muy melódico también. Con los años recibieron el reconocimiento no solo de la prensa especializada sino también de nombres importantes del género, como Sonic Boom y Moon Duo, con quienes llegaron a colaborar en más de una ocasión.

Al final, fueron cinco LPs y cinco EPs (y una compilación imprescindible que se cuenta como LP también) los que cierran un catalogo digno de colección para los amantes del psych en cualquiera de sus manifestaciones.

Tres Warren y Elizabeth Hart nunca renunciaron a su cosmovisión sonora, no claudicaron ni se traicionaron a sí mismos; siempre se mostraron fieles y enamorados de su autonomía desde sus senderos corrosivos y lisérgicos que los mantuvieron libres. Por eso, como también apunta el mensaje del triste deceso de Tres, el vacío que ha dejado en la banda no podrá ser llenado jamás, y entendemos que con esto llegó el fin definitivo de Psychic Ills. Triste acontecimiento que nos obliga moralmente a rendir un homenaje a su trabajo, al menos con nueve de sus mejores o más interesantes composiciones:

 

1. Killer

Single, 2003

Poco después de que lanzaron su disco debut (Dins), Tres y Elizabeth publicaron Early Violence como un álbum que compiló sus primeros registros en una neopsicodelia más experimental y mordaz. El single «Killer» fue el que se posó al frente de esta colección debido a que venía de editarse tres años antes, en 2003. Con él comenzó todo realmente.

 

2. January Rain

Dins LP, 2006

Con su primer LP en forma, y en comparación con sus trabajos posteriores, la banda norteamericana recurría más a trucos un poco (solo un poco) más convencionales al momento de sostenerse de bases rítmicas monótonas que trataron de diversificar, como en «January Rain», con sus trucos en los pedales y ese trémolo puntiagudo que no deja de penetrar durante todo el viaje. Nada mal para basar su grabación en gran medida en sesiones de jamming un poco improvisadas.

 

3. See You There

One Track Mind LP, 2013

Conforme pasaron los años fueron creando estructuras más sólidas en su instrumentación y una pulcritud mayor en su producción. Pero esa suciedad «arenosa» detrás de sus hechizos quiméricos en las guitarras nunca faltó como el mejor sello característico de su rock capaz de amenizar el calor típico de un viaje cósmico desde tu habitación.

 

4. FBI

One Track Mind LP, 2013

Su tema «político», líricamente hablando, con tonos irónicos y de protesta sana, abordando sutilmente el caso del pederasta Jeffrey Epstein, el banquero estadounidense que fue condenado por abuso sexual y tráfico de menores. La música detrás de la historia va con esas voces fantasmales en reverberación que acompañan los rasgueos crudos de las cuerdas eléctricas, mientras bajos y percusiones terminan de dar forma a una canción perfecta para perderse en el desierto.

 

5. Diamond City

Early Violence compilation, 2006

¿Listos para este agasajo de pedales en efecto wah-wah? Hay que estar en un estado mental un poco alterado (o anestesiado) para perderse en esta reverberación caleidoscópica mientras Tres te va guiando desde lejos, con ecos que apenas se escuchan en un cuarto que gira y gira… y no deja de girar.

 

6. Eyes Closed

Mirror Eye LP, 2009

La experimentación instrumental también tuvo lugar en su catalogo. En su segundo disco de larga duración encontramos de todo tipo de estos ensayos pero «Eyes Closed» es una una de las mejores representantes: anestésica, fantasmagórica y atmosférica.

 

7. Baby

Inner Journey Out LP, 2016

Curiosamente, su último álbum fue el más reconocido y aceptado por la crítica. Esto es raro para un grupo que ya tenía 13 años en las andadas, pero prueba que nunca es tarde para las grandes oportunidades. Fueron temas como «Baby» los que le ayudaron obtener nuevos fans que compartieron con otras bandas, como la de sus colegas y amigos Moon Duo, por ejemplo. Escuchando el track no cuesta mucho descifrar por qué pasaba esto; tiene elementos clave para trascender como un sentido armónico de lo más lindo, una elegancia instrumental que se posa sobre ese ambiente que es sucio pero no lo suficiente para contaminar su nitidez. Es otra balada de carretera, bajo los rayos del sol, con el viento sonando mientras el desierto parece no tener fin.

 

8. I’ll Follow You Through the Floor

Hazed Dream LP, 2011

Entre humo, fuego y estupefacientes sonoros camina lentamente Psychic Ills en Hazed Dream, quizá su disco más completo en cuanto a atributos técnicos se refiere (abierto el debate, claro). ¿Ven cómo ellos mismos reconocen su obra como soundtracks perfectos para las autopistas solitarias? Acá les dejamos su video oficial.

 

9. Mind Daze

Hazed Dream LP, 2011

La cosmovisión musical que labraban Tres y Elizabeth nos dirige a lugares surrealistas y multicolores con destellos fluorescentes que brindan cierto confort. Es palpable la pasión y la fascinación por lo estrafalario y lisérgico en cada una de sus composiciones, por más sencilla o compleja que sean. La escena de la psicodelia desde su nivel más subterráneo va a echar mucho de menos a esta auténtica banda.

Que descanse en paz, Tres Warren.