Una de las paradas más trascendentes en las andadas de Placebo nos remonta a cuando daban sus primeros pasos en la música. El segundo paso discográfico, le vamos a decir: Without You I’m Nothing; un álbum muy aclamado y que tuvo un gran recibimiento tanto de sus fans como de la prensa. Uno de los varios motivos para que fuera un éxito, es un ingrediente extra que daría un gran aliciente a la obra y que, curiosamente, no había sido planeada en su primera edición. Este singular y poderoso componente en la fórmula se llamó David Bowie.

Y es que la canción que el da nombre a la producción originalmente fue grabada solamente con la voz de Brian Molko, pero fue en una segunda vuelta que le dieron al disco (una vez ya editado) que decidieron incluir al Duque Blanco a compartir créditos en este emblemático track. El señor Bowie ya tenía tiempo de haberse declarado fan de la banda inglesa, desde su debut discográfico años atrás. Tan es así que, imagínense, la invitó a ser su grupo de soporte en una gira en Italia por allá de 1996, un gran gesto y espaldarazo de una leyenda viviente hacia una nueva y desconocida banda que encontró en esta invitación una oportunidad de oro para darse a conocer. La impresión que dejaron debió ser más que buena, pues en 1998 volvieron a pisar un escenario juntos como parte del show por el 50 aniversario de Bowie en el mítico Madison Square Garden.

Entonces digamos que para ese entonces la amistad ya estaba bien sellada. El ’98 fue el mismo año en que Molko y compañía comenzaron a grabar su segundo LP y, como decíamos, luego de su primera versión vieron una oportunidad perfecta para devolverle el favor a su querido padrino musical, y qué mejor que con esta canción que se vestiría con esa grave voz en los coros. Por si fuera poco, y abusando de la confianza, David les pidió a sus jóvenes amigos que usaran el tema como sencillo oficial. No hubo cómo decir que no; y su recompensa comercial la tuvieron en 1999 cuando fue lanzado.

Sobre esta colaboración, en retrospectiva el bajista Stefan Olsdal recuerda:

 

“Bowie vino al estudio, empezó a cantar y luego… ¿cómo decirlo? Estábamos detrás del ventanal y decíamos ¡Carajo, es Bowie! Era algo mágico. No puedo decir que fue como un sueño hecho realidad porque nunca pienso en esos términos, pero sí debo admitir que fue uno de los momentos más apasionantes e inolvidables de mi vida.”

 

Al poco tiempo que Ziggy abandonó este plano para regresar a las estrellas en 2016, los chicos de Placebo revelaron un archivo de video inédito y espectacular. Era una grabación de Molko y Bowie frente a frente, ensayando la referida rola en el backstage del Irving Plaza de Nueva York, el día 29 de marzo de 1999. En él se puede mirar a un Brian emocionado y feliz de tener a su gran ídolo tan cerca nuevamente, compartiendo estos momentos íntimos que les regalaba la música, mientras vemos a David también de buen humor y fumando su cigarrillo. Sonrisas y palomazos mientras los demás presentes disfrutan de este entrañable episodio de sus vidas.

Minutos después de este mítico ensayo, Placebo y David Bowie salieron al escenario y esto fue lo que ocurrió: