No tenía idea de cómo empezar esta reseña. Desde el lanzamiento del disco he imaginado tantas maneras de abordarlo, preguntándome cómo expresar y transmitir lo que tengo en mente y corazón. Normalmente es complicado para mí, en este caso aun más, aunque si lo pienso no debería ser así: después de todo es Centipede Hz de Animal Collective, mi banda favorita.
Supongo que era miedo, terror, ya que cuando uno discute a sus ídolos corre con el riesgo de descubrir, adentrarse y encontrar cosas que no quisiera enfrentar, prefiriendo permanecer en la conceptualización del artista como algo inalcanzable, como un héroe cuya perfección te envuelve y te mantienen aferrado; como un sueño del cual no quieres despertar, en el que quieres vivir en él por siempre.
Animal Collective representan para mí esa figura: héroes, perfección llevada a la música; y ¿cómo no hacerlo?, si desde el brillante Spirit They’re Gone, Spirit They’ve Vanished hasta el pasado Merryweather Post Pavilion, el Colectivo Animal ha entregado perfectos discos, sencillos y EP’s. Música perfectamente orquestada proveniente de cuatro de las mentes más brillantes de nuestra generación.
¿Esa imagen heroica me ha hecho cegarme? Si analizamos en perspectiva, no todo lo que han hecho ha sido una obra de arte. Han tenido momentos oscuros que de alguna manera ya no puedo identificar, los conocí ya tarde, cuando la imagen de inalcanzables me había opacado y cegado. Pero aun así, han pasado por tantas etapas: puntos altos («Feels»), bajos («Danse Matenee»), negros («Here comes the Indian»), blancos («Strawberry Jam»), que su música es resultado del errar, fallar; lo cual lleva inevitablemente a una sincera experimentación sin la que no habrían logrado maravillosas piezas de arte.
Sí, creo que su imperfección es lo que los ha hecho fantásticos.Y esa premisa se siente en el Centipede Hz.
El álbum es bueno, aunque no alcanza a lograr las piezas geniales que han hecho antes. Digamos que navega entre lo perfecto y lo imperfecto, entre el blanco y el negro.
El disco abre con “Moonjock”, canción que resulta obvia continuación de su disco anterior, manejando musicalmente un tema similar. Le sigue “Today’s Supernatural”, de los mejores tracks; 4:15 minutos de buena música donde el colectivo logra fusionar armoniosamente su cualidad sonora, pero particularmente del minuto 2:18 al 2:40 entregan momentos poderosos que sólo ellos pueden lograr. “Rosie Oh” es otro acierto, lleno de samples de guitarra, loops de sonidos indescifrables, cada uno de los cuales permite escuchar un mood caribeño que se mezclan con la voz de Lennox dando como resultado un track ameno; al igual que “Father Time”.
Pero después de aquí nos vamos por un álbum lleno de altibajos, puntos muy altos e igualmente bajos.
“Applesauce”, “Wide Eyed”, “Mercury Man” y “Monkey Riches” son canciones que se pudieron haber desarrollado más, ya que ellas no se distingue una armonía, sino varias capas de loops, samples y sonidos extraños, no tan placenteros, como si su función principal fuera sobresalir y no armonizar y formar una sola. Por suerte quedan “New Town Burnout” y “Amanita”. La primera empieza con un sample psicodélico que dura 0:50 segundos, para después regresar a un lado más familiar de Animal Colective, el cual se repite por dos minutos, hasta llegar al minuto 3:00 donde la canción encuentra un nivel casi espiritual: se funde en samples burbujeantes y voces emulando cánticos espirituales en tonos agudos, que se van incorporando para lograr algo realmente emotivo. “Amanita” cierra el disco. Desde que la escuché supe que estaba ante algo especial. Los 5:36 minutos que dura la canción son el ejemplo perfecto de por que Animal Collective tiene ese impacto en mí. La canción alcanza dimensiones indescriptibles, desde que empieza hasta llegar al minuto 3:40, y ¡Oh Dios!, el momento es emocionante, no es como si lo que estuvieras escuchando fuera entrega de la mente, algo que casi siempre resulta ser premeditado y perfectamente calculado, si no resultado del corazón, explosiones de gozo, como si sólo ellos pudieran explicar la vida, toda su variedad de matices de colores, emociones, sabores y texturas a través de su música. Impresionante.
¿En resumen? Tal vez no fue la mejor elección de álbum para reseñar, si suponemos que se trata de mi banda preferida. No es un disco que me vuelva loco, no puedo nombrarlo el mejor del año (ni lo es) y al final del día, no importa. Agradezco inmensamente a esta banda el hacerme sentir, adoro que me arrastre, que me depriman, me den diez vueltas, me suben, me bajan, me hunden en un espiral de emociones traducidas en música.
No son héroes, son sólo cuatro músicos, cuatro seres humanos que a través de sus debilidades logran unirme, identificarme. ¡Viva Animal Collective!
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Tracklist:
1. – Moonjock
2. – Today’s Supernatural
3. – Rosie Oh
4. – Applesauce
5. – Wide Eyed
6. – Father Time
7. – New Town Burnout
8. – Monkey Riches
9. – Mercury Man
10. – Pulleys
11. – Amanita
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Me suena a: Panda Bear, Avey Tare, Dirty Projectors
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