Cuando un músico promete que su próximo álbum será igual o mejor que su máxima obra maestra, puede meterse en problemas. ¿Se imaginan? Es prácticamente decirle a tus fans que esperen la mejor versión de su artista predilecto, una mejor incluso que la que los enamoró en antaño. Y eso hizo Marilyn Manson, al asegurar con anticipación que Heaven Upside Down sería como Antichrist Superstar. Ja.
Obviamente no fue así y por eso creemos que el propio Brian Hugh Warner se puso la soga al cuello. ¿Y saben qué es lo más lamentable? Que este álbum no es nada malo; de hecho podríamos asegurar que es lo mejor que ha hecho en los últimos años pero… ¿por qué decir que superaría al AP? Eso generó altísimas expectativas y la sensación ahora se siente como de desilusión.
Dejando eso de lado, las canciones alcanzan un soberbio timbre industrial, estridente y caótico por momentos. Justo como lo esperarían los fans de Manson más audaces. Además se siente melódico y combativo; dos atributos que mezclados dan resultados magníficos en cualquier manifestación de metal. Es como si se apegara a las fórmulas básicas con las que triunfó en el pasado, y luego volvió a sus orígenes sonoros (en eso sí se parece a sus primeras obras). Después, con la ayuda tecnológica le dio un toque moderno e incluso electrónico a sus percusiones. Y listo: tenemos un disco poderoso (o furioso) y digerible que puede retumbar tímpanos mucho más jóvenes de lo que el propio Marilyn Manson esperaba.
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