The Dears han soltado su más reciente producción discográfica, Times Infinity Volume 2. Es un álbum que se compone por diez tracks que pone a los canadienses en una encrucijada entre la preservación de su tradicional y emotivo indie rock de antaño y algunos matices sonoros nuevos, de guiños electrónicos y quizás influencias en el blues (muy vagas, por cierto). Y en el punto medio pueden encontrarse algunas melodías interesantes.
Lo que sorprende de buena manera en los canadienses es esa afición por crear piezas emotivas dentro del indie rock, con un estilo cinemático bien claro. Luego suben y bajan revoluciones de acuerdo a las necesidades del tracklist, lo que puede ofrecer un viaje un poco más complejo para el fan que escucha. Sus letras no son lo mejor y por eso es importante recurrir a otros trucos instrumentales que nos haga olvidar ese vacío rápidamente. Y de repente lo logran en temas riquísimos como «Taking It to the Grave», «All the Hail Marys», «Nothing in It for Me Nothing in It for You» y «1998».
Al final, como un todo el disco no se siente ni tan fuerte ni endeble, y esto podría ser bueno o malo dependiendo de las exigencias de cada quien. Ciertamente no tiene la magia ni la finura de Grandaddy pero tampoco se quedan en lo simple ni mundano musicalmente hablando. Tampoco es que muestran una experimentación inteligente como la de Broken Social Scene pero nunca se siente que reposan en la comodidad. Eso debe ser bueno. Además, The Dears siguen demostrando que con un poco de enfoque son capaces de despertar emociones en sus estribillos, sobre todo en sus baladas.
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