Trent Reznor, eterno líder de Nine Inch Nails se encuentra muy activo promocionando su nuevo material. Y eso no solo se refiere a lanzamiento de videoclips y shows en distintos escenarios, sino también a tomarse el tiempo de sentarse con los medios y charlar un poco de este proceso como hizo recientemente con el staff de Vulture.com.
Fueron muchos los temas que el músico de Pensilvania abordó; desde su nueva música con NIN hasta su percepción de la actual situación política en Estados Unidos, señalando a Donald Trump como alguien que reúne todo lo que él odia en una persona, pasando también por tópicos de los nuevos valores en la música y cómo se siente a veces fuera de lugar con lo que suena actualmente. Pero fue referente a las formas en que los jóvenes consumen la música hoy en día lo que le hizo abrirse un poco más respecto a cómo valora otros tiempos más románticos en los que hacerse de música nueva era todo un proceso lleno de emociones y «rituales», por decirlo así.
En los últimos 10 años, he tenido ocasiones en las que me miro al espejo y pienso: “¿Hay un público ahí fuera para lo que yo hago?”. Trabajo en la música que compongo de forma meticulosa y luego publico en un mundo donde la música se ha convertido en algo de usar y tirar. La gente escucha música mientras hacen otras cosas, ¿sabes? El acto de tener que ir a la tienda y comprometerse a comprar algo ya no existe y no va a volver. Me hace sentir un poco en plan de “¿Alguien se da cuenta de esto?”.
Mi queja -estuve pensando en esto antes por alguna razón- y no es tanto una queja sino más bien una observación, es que crecí en una mierda de pueblo fuera del rango de la radio universitaria. Tenía una radio FM, tenía la revista Rolling Stone y luego una suscripción al Village Voice, lo cual parecía venir de un mundo diferente. Esa clase de aislamiento cultural me hizo que descubrir música fuese algo excitante. Cuando iba a la universidad a principios de los 80s y descubrí las tiendas independientes de discos, era algo como “tengo tanto por ponerme al día”. Nunca había oído hablar de XTC y entonces me enteré que tenía seis álbumes por oír.
No quisiera nunca desacreditar los sentimientos de un adolescente de 16 años que se identifica con Lorde pero hay algo que decir sobre no tener la posibilidad de simplemente saltar a la siguiente canción, no tener una playlist infinita, no tener elección ilimitada, no tener que elegir la música por encima de los vídeojuegos y la televisión sin fin; y viendo la falsa modestia de alguien en las redes sociales sobre su impresionante vida. Solías tener que decidir pasar el tiempo con música en lugar de simplemente elegirla de un montón de opciones.
También remató hablando del papel que las redes sociales y el internet en general han jugado en la industria musical. Opinó que, a su parecer, han acabado con el misterio ya que recuerda que en sus días no tenía idea de cómo lucían físicamente los miembros de Pink Floyd o el mismo David Bowie, y eso era algo que no necesitaba saber, no importaba más que lo que entraba por sus oídos al escuchar sus discos.
Olvídate de fotos: no sabía nada de ellos (Pink Floyd). Algo dentro de mí necesitaba que la gente que hacía la música que me gustaba pareciera de otro mundo. Necesitaba héroes.
David Bowie era para mí un pinche alien, ¿sabes? Resultó ser un maldito alien. Tuve la suerte de ser su amigo y era aun más cool de lo que pensaba.
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