Desde hace siglos muchos han creído que la música produce beneficios directos en la salud de los humanos. Sin embargo, científicamente aún no se ha podido probar del todo y clínicamente hace falta de un método o protocolo que lo demuestre. Por eso, en España tanto el Hospital Universitario 12 de Octubre como la ONG Música en Vena han puesto manos a la obra para lograrlo.

 

Actualmente, muchos pacientes de este hospital están siendo parte del programa Músicos Internos Residentes en las áreas de Medicina Intensiva, Neonatología y Rehabilitación, con el cual cerca de 100 jóvenes músicos interpretan a pie de cama microconciertos de música clásica, flamenca o jazz con diversos instrumentos como guitarras, oboes y pianos. Son cerca de 120 casos de estudio en los que los médicos están regularmente registrando los efectos en el paciente después de cada sesión, a través de la medición de sus signos vitales o de llevar a cabo pruebas de resonancias magnéticas y tests neuropsicológicos.

 

 

Los resultados oficiales aún están en proceso. Pero por el momento, tanto médicos como pacientes han podido comprobar que existe una mejora en la salud reflejada en las pulsaciones de las personas dentro de cuidados intensivos, que se estabilizan al escuchar una partita de Bach. Otro de los casos que han llamado la atención es el de los bebés recién nacidos (neonatos) que se agarran del pecho de su madre y comienzan a alimentarse por primera vez mientras escuchan una nana flamenca susurrada al oído.

 

Se espera que pronto el programa se extienda a Neurología, Hematología y Cardiología dentro del Hospital 12 de Octubre, como lo anticipa la Directora General, Carmen Martínez Pancorbo. Mientras que el neurólogo y compositor Yerko Ivanóvic confía en que estas prácticas están influyendo positivamente en la recuperación de los pacientes ya que la música es «un medicamento más» y solo hace falta la evidencia científica para su aplicación oficial.