No se equivoquen, no están dentro de una nota de repaso a ese épico track que abre la bella joya discográfica The Earth is not a Cold Dead Place de la banda texana Explosions in the Sky. Aunque sí tiene algo que ver con eso. Verán, la agrupación que hoy recomendamos, First Breath After Coma saca su nombre de ese magistral momento que sirvió de introducción a un camino que abrió nuevas dimensiones al post-rock en 2003.

 

Pero esta joven banda de Leiria, Portugal no precisamente brilla desde la misma senda que sus ídolos texanos. Sí beben un poco de ese género sobre todo en el punteo y desenvolvimiento de sus guitarras, pero el verdadero manjar auditivo viene cuando estos veinteañeros se excitan en un rock/pop alternativo inteligente y bastante emotivo. Fue de esa manera que comenzaron a marcar su propia huella por Europa Occidental, en 2013 con su primer LP The Misadventures of Anthony Knivet. Ventoso y fresco.

 

 

 

Luego, en 2015 llegó el fascinente Drifter, un poco más oscuro pero con la mismas emociones como motor principal, incentivando además su experimentación en sus ya patentadas fórmulas musicales. El timbre de voz también alcanzó nuevos niveles y dejó en cierta forma de ser un bello instrumento más para, a partir de este punto, darle más profundidad a sus reposadas y reflexivas canciones que explotan como enormes estrellas en el universo, víctimas de sus propios crescendos.

 

 

Afortunadamente, en la actualidad la banda se encuentra en activo y su nombre circula constantemente en los carteles de los festivales más importantes de Europa. Es posible que el paso que tomen enseguida sea en la aventura por la conquista del continente americano, aunque por estos rumbos algunos ya nos estamos adelantando a eso para estar bien familiarizados con su magistral sonido una vez que lleguen a tocar nuestras puertas en este lado del charco. Porque música así, acompañada de mariposas que perforan estómagos, será bienvenida siempre en nuestras vidas.