10. «Peace Trail» de Neil Young
La ultima adición a mi lista; tan pronto como escuché «Peace Trail» sabía que tendría un lugar dentro. Guitarra acústica de fondo, riffs distorsionados y por escasos momentos solos toscos y ásperos pero llenos de energía logrando una mancuerna con la voz fatigada de Young que muy aparte del autotune (el cual ningún músico en la faz de la Tierra debería utilizar, a mi consideración) logra entregar un gran track.
9. «Luz Vermelha» de Elza Soares
LP, A Mulher do Fim do Mundo
La vida de Elza Soares está llena de miseria y desgracia, lo que se refleja claramente en su trabajo. En “Luz Vermelha” (Luz Roja) manifiesta una vehemencia plasmada en cada rocoso verso, que a pesar del idioma, es capaz de interpretar y trasmitir rabia e impotencia vocalmente. La instrumentación disonante es de destacar; un amalgamado de ritmos caribeños y guitarras que proyectan la voz de Soares a otro nivel.
8. «Rings of Saturn» de Nick Cave & The Bad Seeds
La frágil intensidad que imprime Nick Cave en toda la canción es notable. Cada nota asimila a un despertar espiritual, un continuo estado de éxtasis que permite describir serenamente lo que para él pareciera ser el motivo que da sentido a todo el universo. A lo largo del track, su voz pende entre lo cantado y lo hablado, lo cual imprime una emotividad devastadora; se acompaña de una instrumentación que actúa como complemento a la ambientación etérea que caracteriza y transporta la canción.
7. «Take Care Of Business» de Alex Cameron
Recuerdo perfectamente el día (8 de octubre, un Sábado), el lugar (mi departamento) y probablemente miento si dijera la hora (aproximadamente 11:00AM) en que la escuché por primera vez. La voz grave de Cameron y su peculiar forma de bailar llamaron mi atención de inmediato. Escucharla es una continua tortura mental y, aun así, de alguna manera bizarra es fuente de cierta tranquilidad.
6. «Stranger to Stranger» de Paul Simon
En “Stranger to Stranger”, Simon ofrece una melodía lenta, continuada, con un gran fondo instrumental: guitarras que deambulan hacia arriba y hacia abajo, percusiones que permanecen firmes y constantes, deteniéndose un poco en determinadas ocasiones para enfatizar la voz dulce e insegura que complementan a la perfección la narración de un encuentro de dos extraños con historia.
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5. «Fickle Sun (II) The Hour Is Thin» de Brian Eno
LP, The Ship
Un relato apocalíptico: Lóndres en vísperas de un mundo sin sol. Eno recrea un panorama sombrío por medio de un piano frío, lejano y casi imperceptible, permitiendo a la soberbia narración de Peter Serofinowitz que es profunda y serena, imprimir cierta melancolía que transmite un extraño aire de esperanza.
4. «Heart of Life» de Marching Church
Con Elías siempre hay violencia implícita, ya sea de manera sutil o desbordada. En el trabajo de Marching Church suele ser mucho más contenida y encaminada. “Heart of Life” es (casi) un ejemplo de ello. La canción empieza rítmica y melódica, sin embargo la visión derrotista y cruda va opacando lo que al principio aparentaba ser una celebración a la vida. A medida que todo progresa, la tensión en la voz de Elías es palpable, merodeando los límites de la agresión explicita la cual explota al final con un grito atormentado: “Fist-fucked by destiny”. Hermosa y agridulce.
3. «The Werewolf» de Paul Simon
«The Warewolf» es un track cargado de capas de ritmos africanos, percusiones predominantes y guitarra como acompañamiento (con grandes guiños al Graceland, aunque más pausado y maduro). Simon toca temas relacionados con la religión, amor y política, sin referir abiertamente a un tema en específico.
2. «Destroyed by Hippie Powers» de Car Seat Headrest
Toledo describe lo que es estar en una fiesta en la cual claramente está incómodo. Ebrio, sumado a una mala decisión de tomar DMT, Will recae en sus más profundas inseguridades para guturalmente cantar: “What happened to that chubby little kid who smiled so much and loved the Beach Boys? What happened is I killed that fucker and I took his name and I got new glasses”. Ingeniosas letras llenas inestablidad emocional aderezadas con guitarras distorsionadas con fuertes ecos alternativos de los 90’s.
1. «Cool Papa Bell» de Paul Simon
“Think too Much” “My little Town” “Kodachrome” y “Bookends” son ejemplos en los cuales líricamente Simon habla sobre la ingenuidad e ignorancia como método para lograr la plenitud emocional. En “Cool Papa Bell” aborda una temática similar; la primera línea de la canción lo resume por completo “It turns out to be, a great thing for me. I don’t worry and I don’t think because it’s not my job to worry or to think. Not me, I’m more like Every day I’m here, I’m grateful and that’s the gist of it! «. Después le da espacio a dos repeticiones de un “motherfucker” y el descubrimiento del cielo. En cuanto a la instrumentación, es un amalgama de ligeros toques experimentales, afro beats y pop que mantienen al track fluido y divertido, haciendo en conjunto la última joya de Simon y de la música en general.
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