10. «Blue Boredom» de DIIV (con Sky Ferreira)
Todavía estaba fresca en el ambiente la noticia del fallecimiento de David Bowie, y de repente apareció DIIV con Is The Is Are y esta tremenda canción. Inquietante, pero sin abrumar con ese pulso siniestro del bajo y el sencillo punteo de la guitarra. De hecho envuelve al oyente en un manto de misterio e incertidumbre con la voz de Sky Ferreira.
9. «Play It Out» de DMA’S
El de DMA’s es uno de los debuts más importantes del 2016, y esta canción con toda seguridad tiene todo lo que la agrupación australiana ha sabido mostrar en sus directos en los festivales más importantes del planeta: melodías atrapantes, ambientes propios del indie pop ochentero y una mística que no admite comparación.
8. «King of Chrome» de The Veils
Esas canciones que emulan rituales de invocación son una debilidad personal. Como que sitúan mi mente en un sitio alejado de la ciudad y aún más lejos en el tiempo. Pero “King Of Chrome” va más allá y le mete al asunto un aura pagana. Finn Andrews suena más como un predicador desequilibrado en vez del cantante promedio. Y eso es maravilloso.
7. «Burn the Witch» de Radiohead
No soy muy adepto al análisis de las letras, pero hay un motivo por el que esa canción remite a la Edad Media con eso de las «cruces rojas en las puertas de madera» y el «abandono de la razón» que escuchamos en la letra y en cierta forma apreciamos en el video: Thom Yorke advirtió un giro ideológico generalizado hacia ese tipo de prácticas en personajes u organizaciones como Donald Trump e ISIS, mismo que se vio ratificado con el tema del Brexit en su país. En lo estrictamente musical me encanta cómo sin necesidad de guitarras o de exagerar con los sintetizadores y en cambio poniendo adelante las cuerdas orquestadas por Jonny Greenwood consiguieron darle vida a un clásico viviente en su repertorio.
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6. «Flower of Sex» de Merchandise
Con mucha distancia debe ser una de las canciones más hipnóticas y certeras que haya lanzado Merchandise en su trayectoria. Es un arranque demoledor para A Corpse Wired For Sound con ese ambiente gótico, guitarras aprovechando con una maestría absoluta los delays y las reverberaciones, el bajo haciendo de pulso rítmico, la batería golpeando con sencillez pero también con mucha contundencia mientras que Carson Cox parece poseído por el espíritu de Peter Murphy. No deja de ser llamativo que con tantos elementos retro consigan algo así de fresco y adictivo.
5. «Victorius (National Anthem)» de YAK
Si hablamos de adrenalina, ninguna canción llegó a transmitirme tanta como este sencillo de Yak, otro grupo con un debut fuera de serie en este 2016. Sucia, desquiciada, rasposa, veloz, en una línea dura tan particularmente borrosa que puede tener tanto de The Stooges como de Black Flag, o incluso de The Fall.
4. «Modern Soul» de James Blake
Es la médula que sostiene un álbum tan maravilloso como The Colour In Anything gracias al cruce tan certero entre las melodías del piano y los ruidos de sintetizador tan propios del británico. Sin embargo, esta canción destaca sobre el resto porque combina mejor que cualquier otra lo melódico con el riesgo suicida en la producción. Es encantadora, pero innovadora a su manera. Con toda seguridad fue uno de los mayores logros en el ámbito pop durante el año.
3. «Lazarus» de David Bowie
En un año donde tantas leyendas musicales se fueron y nos dejaron la pregunta inevitable del qué haremos en el futuro, “Lazarus” parece ser la máxima expresión musical de esa desolación y tristeza que nos produjo no solo la muerte de Bowie, sino la de Prince, Alan Vega, Leonard Cohen y muchísimos otros. Narra (con bastante maestría, eso sí) lo que Bowie vivió durante su último año de vida, peleando contra un cáncer particularmente agresivo. Semanas antes de su muerte, sin embargo, pensábamos que hablaba de los problemas cardíacos que le hicieron retirarse de los escenarios en el 2004. Estamos entonces frente a una canción que a pesar de ser bien confesional, ofrece más interpretaciones de las que uno esperaría en un principio. La música parece emular un cortejo fúnebre liderado por Miles Davis o Thelonius Monk.
2. «Jesus Alone» de Nick Cave & The Bad Seeds
La muerte estuvo muy presente entre las canciones que destacaron en el 2016. Pero mientras Bowie buscaba derribar con su voz los muros de sonido que él mismo producía, Nick Cave le canta al dolor que le producía la muerte de su hijo tan solo acompañado con los ecos producidos por su mano derecha, Warren Ellis, y un piano tocado por el mismo Cave con una tristeza sobrecogedora.
1. «Reminder» de Moderat
Cuando elijo mi canción favorita cada año siempre lo hago tomando en cuenta si puede trascender el momento en que fue lanzada. Moderat consiguió eso con un tema donde se puso a la altura de todos los mencionados en la lista. Tiene ese tono medio místico, es hipnótica, contagiosa, tiene una letra bastante oscura (marca registrada de su vocalista Sascha Ring), ingenio en cada sonido y algo que a pesar de la bruma que rodea su letra incita a seguir adelante con todo y el constante luto al que nos ha sometido el 2016. Ese efecto en conjunto la hizo superar a todas las demás.
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