En la música existe un espacio entre el shoegaze y la música ambient, y regularmente es habitado por Landing. Pocas veces ha dejado entrar a otras bandas que quieren acompañarle, porque los de New Haven, Connecticut (Estados Unidos) dejan claro que son quienes inventan las reglas y marcan las pautas del juego que ahí se lleva a cabo. En este 2016 lo han demostrado nuevamente no con uno, sino dos álbumes de larga duración. El primero de ellos fue el espacial e introspectivo Third Sight (full stream), lanzado en la primera mitad del año. El segundo y más reciente es Complekt (noviembre), del que hablaremos ahora.
Es curioso; a la primera ficha los estadounidenses le destinaron cuatro (largas) canciones. Para la segunda el trackist se expande mucho más, llegando hasta ocho títulos. Además toman protagonismo las percusiones en ocasiones con ritmos más acelerados, y guitarras más gordas y con punch le dan consistencia a estas composiciones que no por ello dejan de ser oníricas y tan atmosféricas que parecen irreales. Es como slowcore para los sueños, bañado en indie pop de mucho reverb, revestido con ambient/drone para la hipnosis y al final se le agrega una pequeña dosis de space rock para flotar. «Thither» y «Shifts» son buenos referentes:
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Las texturas de sus batacas y guitarras no tienen comparación; son frescas pero no llegan a ser gélidas bajo ninguna circunstancia. Su registro es más bien húmedo. La voz de Adrienne Snow, despreocupada y sedosa es componente importante en la fórmula para alcanzar la levitación a través de la niebla de esas montañas movibles en paisajes de fantasía que piezas como «Clouds II» dibujan:
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Momentos más crujientes y caóticos nos esperan en episodios como «Complekt», canción que da título a la producción. Acá los norteamericanos recuerdan los días de éxtasis que nos dejaron Spiritualized y Spacemen 3 en el ayer; precisamente suena como a una mezcla casi perfecta de esas dos bandas, dando aquí el guiño más obvio al shoegazing y el space rock.
Es por estas razones que este álbum, aun mejor que su antecesor (el que lanzaron este mismo año también), vuelve a ser como un grito de autoridad que se escucha en cada rincón de ese cosmos que habita y rediseña a cada rato Landing, y va dirigido a todos los que pretenden oscilar en él o en sus alrededores. Nuevamente han demostrado que se desenvuelven en el aire como nadie; y por eso siguen imponiendo las reglas en este rubro musical.
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