Sony Music, 2016


Cuando la manager de Leonard Cohen, Kelley Lynch lo llevó a la ruina hace más de 10 años, lo que en realidad hizo fue regalarnos una segunda llamarada del artista canadiense. Sí, lo tuvieron que dejar en bancarrota, pero a quién le importa cuando el resultado de esa estafa se traduce en giras, canciones y grabaciones nuevas, dignas sólo del dueño de la voz que en un universo alterno pudo haber terminado en un anuncio de Bacardi de los años 90 y a dos grados de ser la de José José*.

 

Estamos listos Señor… Cohen.

 

La forma tan fría en la que el cantautor a sus 82 susurra alrededor de este álbum es no menos que gloriosa, sin embargo esto no quiere decir que se haya descubierto el hilo negro, ni mucho menos insinuamos que se esté inventando una nueva forma de narrativa utilizando la canción americana como pretexto (guiño, guiño). El coro en la magnífica «If You Want It Darker» da escalofrió por lo contundente y premonitoria que llegará a ser cuando el universo llame a otro plano de existencia a Leonard Cohen, porque crean o no todos desaparecemos en el cosmos, pero escuchar a alguien que está consciente de ello y cante a lo largo de ocho tracks da esperanza.

 

Este es un disco sobrecogedor, una meditación absoluta sobre la muerte en la cual parecería estar en contacto con el creador o ya de plano (¿por qué no?) encontrarse en un tratamiento en donde el medicamento llamado ritalin juega un papel efectivísimo; éste no es el caso, sino que nos encontramos frente a una obra digna de revisión y del análisis, un trabajo en donde la nostalgia y la aceptación del destino intentan cruzar junto con Cohen al final del túnel. El álbum en general mantiene una línea de bajo perfil, sin sobresaltos, como ya es común en los trabajos del Maestro**.

 

La producción del disco corrió a cargo de Adam Cohen, hijo del artista y cantante, quien sustituye a Patrick Leonard quien ya venía desempeñando el puesto en las últimas cuatro entregas; conocido de entre otras cosas por soportar a Madonna en el estudio de grabación. Cohen de 82 años, quien se encuentra una vez más influenciado en la forma de escribir por el poeta Federico García Lorca y cuyo fanatismo por el mismo le llevó a nombrar a una de sus hijas (“Lorca”****), como el escritor español dibuja la premura de un mundo que cada vez llega más y más a la orilla y lo retrata en la frase en hebreo Hinéni***** y que resulta ser precisamente la frase definitoria en la vida de Cohen quien hace poco en una entrevista de promoción concluyó que él vivirá por siempre… y lo creo.

 

 

*Príncipe de la Canción
**Adjetivo innecesario
***Dato inútil
****Dato para sacar en la fiesta a las 3 am y que por supuesto a nadie le va a importar
*****La palabra Hinéni (heme aquí o aquí estoy) se utiliza en la Biblia para describir el estado de atención plena y percepción consciente. Es el ser y estar presente. Con su respuesta  Hinéni, Abraham, Moisés, Samuel, Isaías, María o Jesucristo expresan su deseo de recibir lo próximo que vendrá, sin condicionamientos y expectativas, sino que libre y pleno de fe y confianza en que todo es para bien

 

 

Tracklist:

  1. You Want It Darker
  2. Treaty
  3. On the Level
  4. Leaving the Table
  5. If I Didn’t Have Your Love
  6. Traveling Light
  7. It Seemed the Better Way
  8. Steer Your Way 
  9. String Reprise/ Treaty 

 

 

 

Me suena a: Nick Cave, Serge Gainsbourg, Dark Cabaret