Nettwerk, 2016


Hace poco, The Veils soltaron Total Depravity, el quinto disco de larga duración en su carrera. Sin duda, este trabajo viene a enriquecer mucho su catalogo que si bien no era pobre ni muchos menos, tampoco se podía presumir como algo extraordinario.

La banda londinense ha estado intentando trascender en los dominios del indie desde el 2004 o un poco antes, y con mucha modestia y perseverancia han caminado hacia adelante. Y casi una década después lograron una producción muy consistente, completa y ordenada. Aparentemente es uniforme a primera escucha y si se oye sin cuidado, pero cuenta con picos de emoción en pequeñas montañas rusas emocionales si se escucha con la entrega suficiente. Por eso se le puede considerar un disco que gradualmente va mejorando conforme se repiten sus reproducciones; es un grower conforme lo recorremos una y otra vez de principio a fin, sin duda.

Finn Andrews (cuya voz suena juvenil y desafiante por momentos) sigue con sus compañeros experimentando en el pop, buscando respuestas entre el polvo y la suciedad para así quitarle lo meloso que aportan sus melodías (y letras). Pero luego parece limpiar el escenario por completo para darle más vida y color a las sedosas baladas que aparecen en la segunda mitad de la obra. Por todo esto es que parece sonar bien equilibrado. Sí remueve una que otra emoción y deja algunas sorpresas en el camino, incluso hay canciones que podrían ponerte la piel de gallina por instantes; y en otros momentos es fácil identificar la escena oscura que Finn visualiza en su mente, buscando luz con optimismo y serenidad. Imagínense pues a David Lynch intercambiando algunos trucos electrónicos con los últimos Suuns, y Kasabian observándolos de cerca.

The Veils deben estar satisfechos de lo que han logrado en Total Depravity. Quizás el álbum pasará desapercibido inicialmente, pero algo me dice que cuando algunos chicos indie del mañana quieran reiventarse algunos trucos y buscar fuentes de inspiración, podrían toparse con este trabajo (y muchos otros de otras bandas, claro). De hecho, los podría confundir: creerán que esta banda siempre fue así de madura e inteligente cuando trabajó con el pop.

Tracklist:

  1. Axolotl
  2. A Bit on the Side
  3. Low Lays the Devil
  4. King of Chrome
  5. Swimming With the Crocodiles
  6. Here Come the Dead
  7. In the Blood
  8. Iodine & Iron
  9. House of Spirits
  10. Do Your Bones Glow at Night?
  11. In the Nightfall
  12. Total Depravity