La locura no tiene límites y menos cuando se da en las esferas del poder dentro de mentes autoritarias y fanáticas. Confess la está viviendo en su contra; es una banda metalera iraní cuyos miembros principales (compositores y letristas) Nikan Siyanor Khosravi y Khosravi Arash han sido encarcelados por el gobierno.

Las cargos son bastante serios y podrían tener consecuencias penales aun peores. Por sus canciones, se les acusa de delitos de «blasfemia», publicidad en contra del sistema de gobierno, promoción de la música ilegal y satánica, de escribir letras anti religiosas (y satánicas) y de otorgar entrevistas a las estaciones de radio extranjeras con fines políticos. ¿Se imaginan? La pena menor podría ser de seis meses y la mayor de seis años por la mayoría de los cargos, pero si la acusación de blasfemia se hace oficial, de acuerdo a las leyes de aquél país podrían recibir la pena de muerte.

De acuerdo a varios reportes de los medios locales, los abogados de los acusados ya pusieron manos a la obra en el asunto y han pedido apoyo a las organizaciones internacionales, defensoras de derechos humanos, para que se involucren en este ridículo caso.