Paciencia ante todo. Mystery Jets serenos, llevando las cosas con calma durante los últimos años en la creación de su nueva ficha discográfica. El hecho de que las sesiones de Curve of the Earth hayan iniciado en verano del 2013 y terminaran en 2015 nos habla de la particular atención que los ingleses le pusieron a esta obra y la manera en que buscarían conquistar el 2016. El resultado les ha recompensado su esfuerzo y la seriedad con que hicieron las cosas; tenemos aquí, ante todo y como primera característica importante, un equilibrio instrumental casi perfecto entre el meticuloso uso de los sintetizadores, las guitarras, el piano, bajo, la batería, las cuerdas vocales y los trucos electrónicos.
Estos 10 tracks en conjunto nos enseñan que en estos años Mystery Jets ha enriquecido aun más su sentido de la armonía, y que como meta principal se han propuesto en esta ocasión conquistar más corazones que mentes con su música. Es decir, no es que este álbum carezca de construcciones inteligentes ni que no sea material únicamente sonoro de alta calidad, por el contrario, pero si tuviera que describirlo con una palabra en su totalidad, sería emocional. Va más por las mariposas en el estómago que por los hámsters trabajando en el cerebro, vaya.
Entre «Telomere», «Bombay Blue», «Midnight’s Mirror» y «1985» (como la típica y desgarradora balada indie rocker para afligidos) tenemos tópicos tristes o melancólicos, pero hay un choque interesante con la alegría rítmica y la limpia nitidez de otros momentos más optimistas como «Bubblegum» y «Blood Red Balloon» (en donde vuelan más alto con los sintetizadores). Entonces, si tomamos al disco con todos estos atributos fusionados, encontramos un excelso resultado agridulce (en el mejor sentido de la expresión) por donde sea que se le mire/escuche. O bueno, para que se escuche mejor: encontramos equilibrio.
Creo que con Curve of the Earth, Mystery Jets ha escrito uno de los mejores capítulos de su historia. La banda le ha puesto colores a la depresión para darle tonos más brillantes, con destellos de luz que iluminan su genio musical. Gracias a que decidieron mantener la calma ante los posibles desplantes de emoción al ir componiendo tan lindas canciones, pudieron llevar el proceso adecuadamente por un largo tiempo hasta llegar a este punto. Así nos han entregado una bonita postal de indie moderno para nuevos y viejos melómanos, hecha con mucho corazón y una buena dosis de estilo propio. Es sin duda uno de los mejores trabajos al menos de este inicio de año.
Tracklist:
- Telomere
- Bombay Blue
- Bubblegum
- Midnight’s Mirrior
- 1985
- Blood Red Balloon
- Taken by The Tide
- Saturine
- The End Up
Me suena a: Remy Zero, Death Cab for Cutie, Mew
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