Recuerdo cuando Daughter editó su primer álbum hace tres años. En esa obra engendrada a partir de la exploración del sutil dream-folk que pocas bandas dominan, el trío londinense tuvo la osadía de ir más lejos en algunas piezas, expandiendo sus cierres con monumentales secuencias instrumentales, casi sinfónicas y de electricidad ensoñadora. De hecho, recuerdo que en más de una ocasión escuché a la crítica referirse a su música como un acto influenciado por los trabajos más post-rockeros de Sigur Rós y aunque me parecía exagerada la comparación, puedo entender por qué se decía eso.
Cuando puse a sonar por primera vez Not to Disappear sentí un cambio si bien no drástico en sonido ni sus matices, sí en la intensidad y la experimentación (sobre todo en la experimentación instrumental). Esto es así porque posiblemente hay menos interludios instrumentales con esos cresecendos de sutil explosión que tenían el potencial de elevar las emociones y luego ponerlas a flor de piel, sin embargo la instrospección electroacústica sigue siendo un hilo conductor importante en su proposición. Sigo encontrando ese paralelismo constante en las sensaciones de agonía y éxtasis de una canción a otra, pero con monumentos «sinfónicos» menos chonchos que antes. Y entre los ecos de sus herramientas eléctricas (y de resonancia acústica, claro) se respiran esas atmósferas abisales y medio oscuras, siempre que la voz de Elena Tonra nos regresa de alguna manera a los espacios terrenales son su suave registro.
Quizás «New Ways», «How» y «Mothers» son las canciones que se sienten en un nivel diferente dentro del tracklist. La tercera, por cierto, es lo más parecido al LP If You Leave (2013), logrando que el dreampop se guíe de la mano con ciertos aspectos del post-rock. Otros momentos como «Numbers» tienen atributos agradables sobre todo en sus beats en redoble (que a mi juicio deberían aprovechar más seguido), y «Doing the Right Thing» (video) que tiene la mayor carga galvánica sin siquiera estar cerca del ruido, con sus pausas introspectivas bien logradas; una construcción compleja y más divertida de seguir a primeras escuchas.
De esta forma considero que la nueva producción de Daughter no despierta la misma motivación que su antecesora sí despertó en nosotros, los que escuchamos, pero sí se sienten ganas en ellos, los músicos, por mostrarse un poco diferentes al menos en su intensidad aunque en planos más lineales (¿sencillos?). El acierto es no querer entregar una réplica de un álbum que les dio muy buenos resultados en el pasado, el querer marcar ritmos de pasos distintos en su andar por el mismo sendero de siempre (al menos el sendero que han forjado hasta ahora). Supongo que a esta característica podríamos llamarle versatilidad. Aunque algo faltó en el resultado final… o no. Depende de dos factores: si esperabas los mismos alicientes emocionales que lograban expandir tus alas para elevarte solo un poco entre la niebla y las cascadas de agua rompiendo a tempestad en el aire como en If You Leave, ni siquiera lo pienses pues te decepcionarás; pero si pensabas que volver a experimentar lo mismo en esta ocasión sería algo monótono y esperabas al menos un pequeño bajón para indagar más en las bellezas terrenales de esos bosques exóticos a media noche que tan bien dibuja la banda inglesa, entonces quizás esta versión de la continuación de la historia era justo lo que buscabas.
Tracklist:
- New Ways
- Numbers
- Doing the Right Thing
- How
- Mothers
- Alone /With You
- No Care
- To Belong
- Fossa
- Made of Stone
Me suena a: Memoryhouse, Beach House, Sharon Van Etten
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