[RESEÑA] Girls in Peacetime Want to Dance – Belle and Sebastian

Son muchas las vueltas que han dado Stuart Murdoch y compañía en los senderos del indie pop a lo largo de las últimas décadas. Parece que no les queda mucho que probar ni nada que demostrarle a sus fans, pues los nueve discos que habían lanzado desde su debut en el ’96 hasta ahora han dejado una huella imborrable en la historia del género barroco que los posiciona como una de las bandas más importantes de Escocia y el mundo.

Quizás por eso «The Party Line», el single que lanzaron el año pasado para promocionar su décima producción, nos dejó a todos un sabor de boca un tanto extraño, pues sus líneas disco nunca antes nos habían retado de tal manera que era necesario tomarse un tiempo para asimilarlo antes de ir a bailar. Así y mientras tanto llegó el anuncio oficial del lanzamiento de Girls in Peacetime Want to Dance, el disco con el que Belle and Sebastian haría vibrar a su leal base de fans en este 2015. Luego salió «Nobody’s Empire» y el sonido volvió a ser familiar, no la honestidad brutal de su letra que rayó el momento más íntimo de Murdoch (tomando en cuenta su reputación como letrista, esto ya es decir muchísimo): no todo es color de rosa en su vida; hay soledad, dolor, enfermedad y sufrimiento. Con esta dualidad emocional la mesa estaba puesta para recibir meses más tarde la esperada producción discográfica.

Son 12 temas muy distintos unos de otros. Primer punto en contra: aquí no se siente una cohesión como sí en otros gloriosos títulos del pasado (The Boy with the Arab Strap o If You’re Felling Sinister); aunque podría ser a favor si se buscan las palabras diversión y variedad cuando de emociones e influencias sonoras se trata. En este sentido el álbum no se disfruta en su totalidad como un todo, pero en tracks aislados podemos encontrar verdaderas joyitas de la más alta calidad.

«The Cat with the Cream» es la clásica balada de dulce y suave resonancia y de espectacular narrativa de B&S; con los nostálgicos escenarios que pinta Murdoch basados en las memorias de su infancia y/o adolescencia. «The Everlasting Muse» influenciada en la música polka, y «The Power of Three» más minimalista y digital, ambas con sutiles referencias a Sherlock Holmes y James Moriarty, son de lo más memorable en su repertorio reciente aunque extrañamente son muy diferentes una de otra en el mood que provocan. Por ahí también se puede colar en el cuadro de honor la entrañable «Today (This Army’s For Peace)» que cierra el álbum entre atmósferas frescas y perfectas para comenzar ciclos en mañanas nubladas.

Por otro lado, «Enter Sylvia Path» dejó rendida a The Party Line en el intento por explorar terrenos computarizados y más electrónicos, quedando muy cerca «Perfect Couples» con sintetizadores y percusiones novedosas. «The Book of You» tampoco se queda atrás, y creo que es la más afortunada en ese sentido, pues su contenido lírico es aun más rico y su instrumentación es versátil.

De esta forma los escoceses dan un nuevo paso hacia adelante o un lado (jamás hacia atrás) en su carrera. Tenemos a una banda que a pesar de los años y su largo recorrido sigue mostrando hambre y sed de crecimiento; y aunque en esta etapa se pararon a explorar otras posibilidades y ello aparentemente los detuvo en su camino evolutivo, siguen siendo éstas señales de una interminable búsqueda de trascendencia fuera de las propias zonas de confort.

Algunos podrán entender Girls in Peacetime Want to Dance como una distracción o una invitación a divertirse; otros más clavados en buscar respuestas justificadas y de mayores revelaciones podrán explicar el álbum como el resultado de una etapa de experimentación y de cambio de direcciones como toda banda en el mundo suele pasar. Lo cierto es que, siendo distracción o experimentación, el resultado con Belle and Sebastian siempre será placentero y más cuando estamos hablando del disco más político y satírico de su carrera.

Tracklist: 

Me suena a: Sun Kil Moon, Angel Olsen, Mojave 3