Siempre he pensado que The Brian Jonestown Massacre ha permanecido alejada de la avalancha mediática por mucho tiempo, y curiosamente se ha vuelto una de las bandas que presumo con gusto de paladear en playlists muy especiales que pueden hacerme sentir eufórico, entrar en un estado introspectivo único y desvariar entre todo lo que pueda imaginarme mientras le escucho.
Éste es un proyecto que hace honor a su nombre, tomado del exguitarrista Brian Jones de los Rolling Stones que para mí era algo así como el Barret de Pink Floyd: un genio demasiado brillante, demasiado loco, demasiado alejado de este mundo. Y es así como me conecta el sonido de BJM; no es algo que muchos puedan comprender, pero cuando logras despegar se crea una intimidad que vuelve la experiencia algo extremadamente memorable.
Otra cosa que me encanta de este grupo es que siempre que los he escuchado logran cautivarme por ese sonido místico y psicodélico tan propio de los 60’s que logra plasmar en la mayoría de sus canciones. Revelation, es un álbum que captura en cada track esa esencia desenfadada de aquella época; a diferencia de otras entregas de la banda, este álbum no juega mucho con efectos de pedal o capas de sonido, sino que se acerca más a una resonancia de guitarras garage y pasajes acústicos, y en ocasiones hasta instrumentos de viento que pudieran ser el fondo de algún ritual pagano.
Al estar tan en boga el sonido psicodélico de nuevo, BJM logra cautivar sin hacer uso de un exceso de malabares como pasa con tantas bandas contemporáneas. Esto es psicodelia que me recuerda al frenesí de los Stone Roses combinado con solos que suenan a Link Wray, revuelto por momentos en la oscuridad que sabe a The Cure y una arrogancia en la voz que hipnotiza muy a-la Velvet Undergound. Cada canción es una experiencia única, y eso es lo extraño de este disco; más que parecer un álbum, suena a que alguien hizo un playlist para agarrar nota y ponerse las gafas oscuras.
Los cortes de Revelation que más lograron dejarme en trance fueron: el sencillo «What You Isn’t» que tiene como base un loop de algo que suena como un órgano desempolvado, enmarcando la voz magnética del líder de la banda Anton Newcombe; la corta y hechizante «Unknown» que tiene un cautivante poder lisérgico, se parece a esas sustancias de las que necesitas sólo una gota para sentir su efecto; y «Days, Weeks and Moths» en donde nos encontramos un sabor bluesero y fantasmal que nos conduce poco a poco a un climax con un solo de guitarra hechizante.
Esta producción, con todos sus elementos, logra elevarnos a lo quimérico de un modo igualmente misterioso y suave como enigmático y espectral.
Tracklist:
- Vad Hände Med Deem?
- What You Isn’t
- Unknown
- Memory Camp
- Days, Weeks and Moths
- Duck and Cover
- Food For Clouds
- Second Sighting
- Memorymix
- Fist Full Of Bees
- Nightbird
- Xibalba
- Goodbye (butterfly)
Me suena a: The Velvet Underground, The Stone Roses, Singapore Sling
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