Porque la nostalgia nunca pasará de moda. Sin duda éste es el estandarte que ondea por todo lo alto la banda originaria de la gran manzana (NYC), misma que probablemente tenga uno de los nombres más originales ever. Desde sus inicios con su álbum homónimo, este cuarteto optó por un sonido que parece abrevar de múltiples vertientes, siendo la más identificable el noise pop/shoegaze, mismo que se caracterizó por canciones de una efervescente ingenuidad y ese sentimiento de empatía que generan los temas sencillos que viajan sin escalas al inconsciente.
Para su segundo LP se armaron hasta los dientes (en sentido figurado) y es que contaron con la ayuda en las consolas de, me atrevo a decir, dos genios musicales, Alan Moulder y Flood, que han producido álbumes para Foo Fighters, U2 y The Killers, por citar algunos. Su intervención fue notable y ayudó a la banda a encontrar su punto de equilibrio, librándolos así de «el mal del segundo disco», ese en donde la ambición musical sobrepasa o de plano se cae en la autocomplacencia. Y es que la primera mitad del álbum suena tan contundente como puede sonar una banda que rara vez saturaba a tope su sonido, cosa que hicieron sin miramientos, aunque sin alejarse de su faceta cristalina y esa fórmula patentada por los Pixies, versos contenidos y coros con mucho gancho.
Todo ese trayecto nos trae ahora Days of Abandon, la más reciente propuesta de los «puros de corazón» en la cual invierten la jugada de su anterior LP y abren con un apacible tema acústico donde sobresalen las armonías vocales de Kip Berman y la tecladista Peggy Wang. Inmediatamente después suben el beat con «Simple and Sure», un disfrutable tema pop de sonido contemporáneo donde de nuevo las dinámicas en las voces se roban la atención.
La sucesora es «Kelly», una canción de acordes más complejos, guitarras limpias, sintes atmosféricos y Peggy en la voz; es aquí donde quiero hacer un paréntesis:
Parece claro que para este álbum The Pains of Being Pure at Heart se suavizaron un poco, colocaron algunos filtros a su sonido pero a la vez expandieron el espectro sonoro al que nos tenían acostumbrados, así que todo apunta a que esta nueva faceta contará con temas de corte mucho más alegre. No sé, se me ocurre que quizá intercambiaron pedales fuzz por consejos prácticos sobre cómo hacer pop con sabor a hit de radio alternativa con Robert Smith («Beautiful You» y «Until the Sun Explodes»), o vaya usted a saber qué tanto le han aprendido a sus vecinos The National sobre el buen manejo de las dinámicas o momentums en una canción («Eurydice»), o carajo, de pronto hasta arreglos orquestales con aromas balcánicos que se fusionan entre coloridas figuras melódicas provenientes de la guitarra de Berman y la dulce voz de la única chica de la pandilla («Life After Life» y «The Asp in My Chest»).
Bandas como ésta nos recuerdan que la nostalgia nunca pasará de moda, y que aunque la mayoría de los temas aquí presentes nos suenen extrañamente familiares, The Pains of Being Pure at Heart tienen la suerte de saber brillar con luz propia y no quedarse a la sombra de sus claras influencias como una agrupación de entusiastas de la música hecha hace dos o tres décadas, que de esas creo que ya hay de sobra.
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Reseña: «Days of Abandon» de The Pains of Being Pure at Heart
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Tracklist:
- Art Smock
- Simple and Sure
- Kelly
- Beautiful You
- Coral and Gold
- Eurydice
- Masokissed
- Until the Sun Explodes
- Life After Life
- The Asp At My Chest
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Me suena a: Yuck, M83, Belle and Sebastian
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