El año pasado Mark Kozelek estuvo inmerso en un proyecto que emprendió con Jimmy Lavalle (Tristeza, The Album Leaf) llamado Perils from the Sea; quizás la propuesta más experimental en la que el cantautor norteamericano, ex líder de Red House Painters haya participado. Pero eso fue el 2013. Ahora, en 2014, Mark ha vuelto a las andadas acústicas y mesuradas del nombre que más ocupado lo ha mantenido en los últimos años: Sun Kil Moon.
En su nuevo disco Benji, Kozelek no pretende sorprender con sonidos sofisticados ni perderse en armonías complejas e infinitas, sino, más bien, lo que quiere -y logra- es crear un ambiente de confianza, interpersonal, a base de música orgánica y sencilla en el que puedas escucharle cuidadosamente, sentado en el piso acobijado con ropa de invierno y degustando lentamente unas galletas hechas en casa acompañadas de un humeante café, tal cual se disfrutan las viejas historias del abuelo en una cabaña en las afueras de los suburbios, junto a la carretera donde se escucha pasar un carro cada cinco horas.
Este álbum se perfila a ser considerado uno de sus trabajos más íntimos y sinceros. Escuchemos canciones como «Micheline» y «I Can’t Live Without my Mother’s Love», por ejemplo. En ellas Kozelek no sólo exhibe la virtud musical que le caracteriza dentro de su suave folk acústico, sino también la narrativa, no precisamente la del poeta, sino la del novelista, o como me gusta más llamarle: la de un «cuenta-cuentos». Estas historias no divagan en la imaginación de su mente, sino en los recuerdos de su corazón: los temas son inspirados de sus experiencias personales, familiares específicamente, contándonos pasajes de su vida en compañía de las personas que más ama o que más enseñanzas le han dejado.
Quiero destacar las que quizás son las líneas más sinceras y dulces que ha escrito con SKM, dedicadas a su madre: «When she’s gone, I’ll miss our slow, easy walks / Playing Scrabble, the chimes of the grandfather clock / I’ll even miss the times we fought / But mostly I’ll miss being able to call her and talk / When the day comes for her to leave / I won’t have the courage to sort through her things».
Esa es la parte tierna, la sentimental. Pero por otro lado también tenemos narraciones más amargas como «Truck Driver», «Carissa», «Jim Wise» o «Richard Ramirez Died Today of Natural Causes» (el famoso asesino serial). En ellas Mark nos sugiere, en lugar de escucharle recostados en un sofá tomando relajadamente un té, mejor sentarse al borde de una silla, cambiar nuestra postura a una más tensa y prender un cigarrillo para echarle humo al drama. Historias sobre la locura, la lujuria, sobre la muerte de personas cercanas a él y sobre terribles accidentes que culminan en trágicos acontecimientos. Un atributo muy peculiar en Kozelek es la intromisión, entre fuertes líneas, de detalles ordinarios que adornan las historias con un feeling más real (como mencionar el color de una barba, el olor de la comida, la marca de pollo que se comía en un funeral, etcétera.); es quizás el atributo que refleja su «humor negro» de alguna manera.
Sonoramente, la producción no cambia mucho la propuesta que le hemos escuchado a Sun Kil Moon, con la guitarra acústica (o electroacústica) como su más fiel compañera. Sin embargo, en Benji aparecen esporádicamente algunos saxofones, bonitos requintos eléctricos y muchos arreglos detallados en sus notas, como se escucha en «Ben’s my Friend», el tema más procesado del álbum en colaboración de Ben Gibbard (Death Cab for Cutie y The Postal Service).
Desde hace mucho tiempo Mark nos resignó a jamás volver a esperar de él ese frío slow-sad core de Red House Painters con el que acariciaba en la oscuridad, fue difícil el proceso de asimilación debido al cambio drástico de su actual propuesta musical, una más orgánica, más sencilla. Sin embargo, con entregas como ésta, Benji, no debería haber ningún problema para engancharnos: la poesía urbana no perdona y penetra sin pedir permiso, se identifica con cualquier pobre diablo que igual ha sufrido, aprendido, llorado y reído… vaya, que igual ha vivido. La música -o género musical- en este caso pasa a segundo plano. Así es, este es el tipo de discos del cual uno podría enamorarse por su contenido lírico y filosófico más que por su sonido.
Tracklist:
- Carissa
- I Can’t Live Without My Mother’s Love
- Truck Driver
- Dogs
- Pray For Newtown
- Jim Wise
- I Love My Dad
- I Watched The Film The Song Remains The Same
- Richard Ramirez Died Today Of Natural Causes
- Micheline
- Ben’s My Friend (con Ben Gibbard)
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Me suena a: Damien Jurado, First Aid Kit, Bob Dylan
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