¿Por dónde comenzar? ¿Cuál es el siguiente paso? Estas y otras preguntas son las que muy probablemente cruzaron por la mente del quinteto oriundo de Guadalajara, después del buen recibimiento que tuvo su acertado LP debut Follow Me to the Forest. Y es que en realidad son pocas las agrupaciones nacionales que desde su primer álbum poseen un estilo propio dentro de un género todavía poco explorado en México, como lo es el post-rock.
Si mal no recuerdo, la primera vez que escuché algunos de los temas incluidos en el …Forest fue en su Myspace (cuando ésta era la forma cool de promover la música), y debo confesar que fue una grata sorpresa, ya que hacía mucho tiempo que una agrupación nacional no me despertaba la inquietud de escucharlos tocar en vivo; cuando conseguí verlos interpretando me llevé una segunda sorpresa, ya que son de esas bandas que suenan bien en disco pero son aún mejores en directo. Desde la entrañable y cálida “La Aldea“, la festiva “The Singing Trees“ o la delicada “The Wooden Ship“, su sonido consigue cautivar al publico en sus shows.
Tres años han pasado desde aquel fortuito comienzo para dar paso a su segundo LP titulado simplemente Kiev. Lo componen 10 temas que a lo largo de los mismos nos llevaran del bosque donde los perdimos, ahora quizá a las frías tierras nórdicas, o al lugar que cada uno quiera; esa es la ventaja de la ausencia de letras en su música: cada quien devela a su modo esta nueva aventura musical, pero he aquí unas cuantas pistas:
De entrada, se aprecia un sonido más contemporáneo o actual, producto en parte sí, de una buena producción, pero en mayor medida a la clara madurez que muestra cada integrante en la ejecución de su instrumento. Tal parece que atrás quedo la ingenuidad que toda banda primeriza muestra en su opera prima; esa inmediatez que asomaban algunas melodías fue sustituida por arreglos bien pensados y adecuados a cada canción.
Otro aspecto sobresaliente de Kiev es sin duda la inclusión de nuevas instrumentaciones que dotan al álbum de una refrescante versatilidad. Es así que temas como la ingeniosa “Caballos“, su primer sencillo, o la apacible “1806“, denotan arreglos de la talla de uno de los máximos referentes del género, Sigur Rós. “Falling Birds“ me gustó desde los primeros segundos, podría decirse que la sensibilidad pop de los muchachos se está refinando para entregarnos piezas de alta manufactura.
También están de regreso los sonidos familiares como en la sutil emotividad de “Tótem“, con un bello arreglo en piano y xilófono; o el uso de la melódica (o pianito de viento, como yo le digo), en una más tradicional “Pilots“. Los tracks mas densos u «oscuros» llegan de la mano de “Celebration“ y “Kavi“, esta ultima trae ecos de progresivo; quién iba a decir que el nuevo Sueño Polar llevaría su música hasta esos terrenos reservados sólo para los más ambiciosos.
En su trabajo inicial nos invitaban a seguirlos al bosque, era un lugar en común de donde todo partía y se bifurcaba para tomar después diferentes caminos, algunos un tanto similares, pero es ahora que regresan de aquel viaje y se reencuentran compartiendo entre sí lo aprendido, lo vivido, lo soñado, lo que los llevo aún más lejos de lo que ellos mismos se imaginaron; lo que nos lleva hasta Kiev.
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Tracklist:
- Outro
- Falling Birds
- Caballos (horses)
- 1806
- Búhos (owls)
- Tótem
- Pilots
- Celebration
- Kavi
- Goodbye
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Me suena a: Austin TV, The Album Leaf, Sigur Rós
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[youtube http://www.youtube.com/watch?v=_qyFfM6v-B4]
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