En 2024, Zhaoze se encontraba dando vueltas por diferentes venues de Asia, principalmente de su natal China, y eso los llevó a realizar presentaciones memorables en torno a uno de sus discos más aclamados y más emocionalmente poderosos de su repertorio, 1911 (2011). Y una de sus paradas clave fue la que hicieron en la ciudad de Shenzhen.
Ahí, dentro del teatro Triangle estos virtuosos del post/prog-rock mezclaron sus visiones ancestrales y contemporáneas del arte sonoro, en torno al sofisticado uso del guqin (instrumento milenario chino), violines y los instrumentos más convencionales del rock pero ejecutados de manera especial y atmosférica para evocar sentimientos que solo se entienden en un trance instrospectivo, en lo que parece más una experiencia de expansión emocional y cultural que meramente musical.
Hay que recordar que el disco 1911 se compone de una sola canción muy larga, dividia en cuatro capítulos. De tal manera este espectáculo de enfoque poético sin palabras se extendió en sinfonías explosivas y una narrativa típica de las historias más conmovedoras asiáticos de duelos, amores y honores.
