Cuando el cambio de sonido en un álbum llama más la atención que la música misma, nos enfrentamos a un dilema: ¿es evolución o solo ruido disfrazado de riesgo?
Hay discos en los que una banda sorprende más por los giros estilísticos —a veces abruptos— que por la fuerza o la calidad de su música, y eso deja una sensación ambigua: no sabemos si aplaudir la valentía o cuestionar el rumbo. Así de confundidos podría tener a algunos el nuevo disco de Kadavar, I Just Want to Be a Sound, el cual confirma su cambio respecto al estilo heavy psych que le caracterizó por tanto tiempo.
Los alemanes se han liberado de sus propias etiquetas y están emprendiendo una búsqueda en los colores más brillantes del pop bailable (como se refleja en la caratula), atmosférico y mucho más digerible. Eso sí, sin soltar las texturas psicodélicas, solo que ahora son los sintetizadores sus mejores aliados, en lugar de las guitarras.
Desde que inicia el disco, con el track homónimo y más adelante en "Regeneration" lo notamos, aunque en medio se cruza "Hysteria" que suena más a los Kadavar de antes. Fuera de ese capítulo específico, en el resto de la travesía vamos a galopar por rumbos desconocidos de la banda, lo cual no va a gustar mucho a los fans más puristas, desde luego. "Let Me Be A Shadow", "Sunday Mornings" o "Strange Thoughts" confirman esa vibra moderna y los nuevos efectos envolventes en la instrumentación que se torna mucho más nítida, con bases rítmicas que sostienen toda la propuesta.
En "Star" y "Until the End" las secuencias sonmás precisas, mientras que la voz de Christoph Lindemann se escucha mesurada y honesta. Quizá en estos tracks cabrían comparaciones directas con lo que Kevin Parker hace más recientemente con Tame Impala, con constrastes muy dinámicos respecto a sus trabajos originales. De cualquier manera, la energía en este punto del disco baja deliberadamente, dejando atrás esa sensación aventurera con la que nos empujaron los alemanes a la pista de baile.
Es cierto que este giro sonoro no es lo que muchos esperaban de Kadavar, aunque en sus singles previos de difusión ya se estaba promoviendo. Eso no quiere decir que la banda se sienta en su zona de confort, al menos parece que no puede explotar del todo sus atributos, porque aún está indagando nuevas posibilidades sin estar seguros de ellas. Sin embargo, aunque escuchar I Just Want to Be A Sound completo no deja de sacar de onda, no es tampoco un disco inchoerente o sin hilo de conducción.
De todas maneras se queda la pregunta en el aire: cuando el cambio de sonido en un álbum llama más la atención que la música misma, nos enfrentamos a un dilema: ¿es evolución o solo ruido disfrazado de riesgo?
TRACKLIST:
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I Just Want to Be A Sound
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Hysteria
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Regeneration
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Let Me Be A Shadow
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Sunday Mornings
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Scar on My Guitar
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Strange Thoughts
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Truth
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Star
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Until the End
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POND