Grails nos asoma a su mundo más introspectivo y minimalista en su nuevo elepé, Miracle Music, apostando por texturas mucho más electrónicas y menos orgánicas que sus previas entregas, pero igual de contundente en fuerza y conmoción.
El aspecto teatral y cinematrográfico -muy típico del post-rock- alcanza un nivel casi ritualista en estar armonías sonoras concebidas en la oscuridad. Son nueve temas contemplativos que exploran nuevos rincones de esas cuevas creativas que inspiran a la banda de Portland, por más que se corra el riesgo de perder su firma característica. Parece un álbum más autocomplaciente, más ambiental e introspectivo, que cuida más el confort interno que las expectativas desde afuera.
Imaginen que el post-rock se curza con el darkwave, en una fusión de elementos cinematográficos bajo un manto gótico. ¿Les apetece la apuesa?