Movieland acaba de lanzar, vía 604 Records, su nuevo disco de larga duración: Now & Then. Y el trío shoegazer de Canadá suena como si no hubiera pasado un día desde 1993. Sí, señor.
Esta colección de 11 tracks es como un homenaje a un sonido y su evolución a través de las décadas, desde sus raíces hasta nuestros días (como La historia del Shoegaze en 5 capítulos, ni más ni menos). Tiene influencias de Ride, Swervedriver, Pale Saints, My Bloody Valentine y hasta un poco de la era mádchester-britpop de The Stone Roses. Sus letras se esconden en la niebla pero alcanzan a sonar con timbres nostálgicos para hablarnos del amor, los recuerdos y la honestidad brutal.
Es tal vez uno de los discos del género que mejor se apegan a sus fundamentos, pero al mismo tiempo no suena como una copia genérica ni a cliché. Estos señores de Vancouver parecen venir de otro tiempo, son viajeros, desde que se fueron al pasado de su propia historia para rescatar varias de sus rarezas y demos incompletos para reconstruirlos en himnos de ruido melódico y distorsión alentadora: