Heavy Halo es conflicto industrial, crudeza metálica, ruido en melodía, máquina contra carne y hueso. La banda neoyorquina tiene un sonido estridente y corrosivo que penetra las entrañas del oyente, las revuelve y las pone a danzar mientras prende fuego a todo el organismo.
Con el sello Silent Pendulum Records acaba de publicar Damaged Dream, una salvaje colección de 10 rolas que te arrastran por un suelo encendido, con las llamas de un fuego de noche. Su sonido industrial y electrónico parece oxidado y recién pulido, dependiendo la ocasión, haciendo que la angustia y un espíritu combativo reluzca en cada nota. Y la sangre no solo hierve, también danza:
Imaginen el hierro sonando con distorsión y una furia digital que arde como ácido. Estos ritmos de máquina con alma rota nos envuelven en un frenesí que explota desde las entrañas. Vamos a llamarle a este estruendo con cadencia: rock industrial para cuerpos insurrectos, ¿qué tal?