No hay prisas, solo cadencia suave que invita a mirar hacia adentro, como si el silencio mismo aprendiera a hablarnos. Esta es una travesía que nos lleva a cruzar el umbral invisible hacia un mundo íntimo.
Maria Somerville es una de las nuevas joyas que se firmó la 4AD recientemente. La cantautora irlandesa es uno de los mejores ejemplos actuales en la música de verdadero enfoque crítptico con visión artística. Su pop etéreo y ensoñador ha sido comparable con el de los mismísimos Cocteau Twins, con canciones súper bien estructuradas en el minimalismo y melodías templadas que adormecen los sentidos en el vacío de la calma.
Recientemente lanzó su segundo elepé, Luster, con una colección de 12 temas que convocan atmósferas gélidas e irreales, con cada melodia generando ecos antiguos que se despliegan como niebla sobre paisajes emocionales. La sensación de un viento corriendo alrededor nuestro es constante, casi palpable, y los registros distantes de algunos instrumentos parecen venir del más allá. Piensen también en Tropic of Cancer y You’ll Never Get to Heaven, una mezcla de ambos, con un producto flotante que se mueve en cámara lenta.
Algunos de los momentos más afortunados de la producción los encontramos en "Garden" con su bruma en cadencia y esas ocultas guitarras que van y vienen, "Spring" y su base rítmica basada en el trip-hop, "Stonefly" y la ternura caminando mediante umbrales en los que se respiran delicadeza y propósito, así como "Violet" con su experimentación moderada que resulta en alquimia musical para los oídos.
Otros episodios mucho más serenos e introspectivos son "Projections", "Trip" y "Up", canciones que tienen como misión transformar lo etéreo en emociones tangibles, con cada una de sus notas dejando huellas en el vapor.
Maria Somerville se toma las cosas con calma en Luster. No hay prisas, solo cadencia suave que invita a mirar hacia adentro, como si el silencio mismo aprendiera a hablarnos. Esta es una travesía que nos lleva a cruzar el umbral invisible hacia un mundo íntimo. Su instrumentación está perfectamente calculada, equilibrada entre los polos de la electrónica y la sensibilidad. Es una de las obras más oníricas y espirituales que escucharemos este año, sin lugar a dudas.
TRACKLIST:
Réalt
Projections
Garden
Corrib
Halo
Spring
Stonefly
Flutter
Trip
Violet
Up
October Moon