Cuando Jim Morrison falleció, de manera oficial se dijo que fue por causa de un paro cardiaco. Tenía 27 años y, como era ben conocido, era adicto a la heroína, condición que precisamente, muchos afirman, lo llevó a este desenlace. Pero recientemente ha salido a la luz un nuevo documental llamado Before The End: Searching for Jim Morrison, que sugiere que todo esto habría sido un montaje y que el líder de The Doors sigue por aquí, vivo y coleando, como un buen Rey Lagarto.

¿Qué tal? El director Jeff Finn (fan acérrimo de The Doors, por cierto) lleva a cabo una investigación a partir de una muy ambiciosa teoría de conspiración para compartirla mediante Apple TV+, en este filme que está dividido en tres episodios. Él dice que Morrison habría fingido su deceso para luego cambiar de identidad, desconectarse del mundo de la farándula y llevar una vida normal, lejos de reflectores. Sí, así como lo leen.

De acuerdo a las pruebas que Finn presenta, aparece un tipo llamado Frank, trabajador de mantenimiento, con una foto que se tomó en 2013 con quien supuestamente es John Densmore (batería de The Doors), pero que se parece mucho a Jim, por lo que puede tratarse de él mismo disfrazado. Este mismo cuate, Frank, otorgó algunas entrevistas para varios medios reoconocidos, entre ellos Daily Mail, donde dijo que una referencia para reforzar esta teoría sería la canción de Jimmy Cliff, «We All Are One», que dice en su letra que todos somos la misma persona.

Si bien es cierto es una teoría súper disparatada, este filme juega con esa incertidumbre y nos lleva a llegar a considerarlo al menos por unos minuitos, pues tiene un excelente guión y manejo de posibilidades, con una narrativa que invita al entretenimiento mientras se habla de una de las bandas más importantes de la historia del rock.