Pink Turns Blue ya publicó su nuevo disco de larga duración, Black Swan, hecho a partir de melodías minimalistas y una instrumentación sencilla pero súper bien calculada en el rubro post-punk, donde se han desenvuelto como maestros por décadas.

Son 11 canciones en total. Los tonos son oscuros aunque no totalmente sepulcrales, más en una paleta de negros y grises como se contempla en la portada. Las melodías tal vez no cuentan con esos garfios tan contundentes que han aplicado antes, pero sin duda en un set que se disfruta y transcurre sin contratiempos.

¿Le damos play?