Hablar de Mogwai en cualquiera de sus etapas siempre es un placer, porque es hablar de una de las bandas más originales de esta y otras muchas épocas; de una de las manifestaciones sónicas más introspectivas y refinadas dentro de todas las de su generación. Porque son ya, a estas alturas (y desde hace un buen tiempo) toda una institución de la escena alternativa, en su propio mundo y en el nuestro también.
¿Se dan cuenta de cómo de inicio no me referí a ellos como un grupo de «post-rock», como fueron catalogados en su primera década de existencia? Es que esa etiqueta ya se quedó muy atrás, muy corta. Los escoceses volaron a otros horizontes y llevan caminos recorridos que no cualquiera se atreve ni puede seguir, dejando huellas que nadie podrá borrar. Desde sus primeros pasos a inicios de los 90s hasta el día de hoy en la segunda década del siglo XXI su caverna compositiva ha mutado a una fábrica industrial, y así en un vaivén creativo regresan a lo primitivo por placer y luego saltan al futuro por mera ambición. En el trayecto se posan en diferentes puntos y nunca, jamás se les ha escuchado incómodos, ni por accidente. Y As The Love Continues pudiera entenderse como un diario musical que resume precisamente todas estas fases. Por eso anticipadamente puedo decir que no nada más es uno de sus mejores trabajos en su catalogo, sino también uno de los más fundamentales.
Esta especie de «autobiografía» sonora no puede entenderse sin el trabajo a distancia (gracias coronavirus) del productor Dave Fridmann, viejo conocido de la banda por sus atribuciones en los LPs Rock Action (2001) y Every’s Country Sun (2017) y quien dio en cada track su último toque de gracia. Tampoco se puede inferir la obra sin considerar ya 30 años de trayectoria del ahora cuarteto de Galsgow. Y mucho menos debemos dejar de asombrarnos por la consistencia impecable que se alcanzó en este set de 11 títulos, a pesar de ser tan diferentes unos de otros. Y este último atributo es gesta de gigantes. A continuación veremos por qué…
Canciones como la inicial «To The Bin My Friend, Tonight We Vacate Earth» y la sucesora «Here We, Here We, Here We Go Forever» los posa en el presente y el futuro respectivamente; así como nos remonta a su marca rockera-electrónica y galvánica de la era del The Hawk is Hawling (2008) y el Hardcore Will Never Die, But You Will (2011). Posteriormente nos encontramos inmersos en la oscuridad donde brillan las líneas sintéticas de «Dry Fantasy», que inmediatamente nos asciende a Happy Songs for Happy People (2003), para que luego «Ritchie Sacramento» (cuyo título es una sátira a ellos mismos pues no podían pronunciar el nombre del compositor japonés Ryuichi Sacamoto) infle las venas más shoegazers y alternative-rock que mostraron antes en Mr. Beast (2006), por ejemplo.
Conforme llegamos casi a la mitad de la producción constatamos (como si quedara la duda) que el colmillo de Mogwai se ha retorcido tanto que ha dado la vuelta hacia su propio punto de inflexón, después de apuntar en tantas direcciones distintas. Stuart Braitwaithe y compañía se auto homenajean y se reencuentran con ellos mismos en un camuflaje de ricos matices pero siempre distinguido, sin sonar a absolutamente nadie más que a ellos mismos. Es la madurez y la experiencia tomadas de la mano para caminar sin miedo hacia lo desconocido que, irónicamente, les genera confort. Por eso «Fuck Off Money» parece algo tan cotidiano en sus rutinas, tan natural y espontáneo; una construcción cinemática de este nivel podría ser considerada toda una hazaña en otro grupo iniciante. Y estos cuates lo logran una y otra vez, tan frecuentemente pero nunca sonando a lo mismo. Es algo impresionante si lo piensan bien.
«Ceiling Granny» es más robusta y pesada, con trémolos estridentes y algunos trucos como los que usaban cuando comenzaban apenas a experimentar en Come On Die Young (1999). Y «Midnight Flit», ah… ¡temazo! Como para enchinarte la piel y luego retorcerla hasta que tus vísceras se muevan al ritmo de ese crescendo que nos alza hacia la catarsis, muy del estilo de lo que hacían en Rock Action (2001). Lo que ocurre en el ascenso hacia el final de este track no es fácil de explicar: es como si los escoceses quisieran lanzarnos un reto al tímpano para que tratemos de desglosar uno a uno cada elemento que ahí se configura para generar un todo electrónicamente espectacular. Algo dentro del corazón se comprime mientras la explosión se dosifica; algo dentro de nuestro cerebro comienza a rebotar de un lado a otro mientras la electricidad se apodera de los sentidos.
Ya cerca del final, para los más románticos y puristas no podía faltar el viaje más lejos del pasado con «Pat Stains» para escarbar en su raíz y recordar el origen de todo; para encontrar su resonancia más orgánica y post-rockera intelectual como lo registraron alguna vez en Mogwai Young Team (1997). Enseguida hay un giro pronunciado en la frecuencia, cuando entra «Supossedly, We Ere Nightmares» que nos regresa más cerca en la línea del tiempo, con lo más regular que ha hecho Mogwai en años recientes. Y al final se abre el escenario más teatral y post-apocalíptico de «Is What I Want To Do, Mum», en donde la melancolía y cierta sensación fatalista se apodera del aire frío en una noche estrellada. Para este último capítulo, atribuiremos a la magia de aquellos días de Rave Tapes (2014) para dignificar el soberbio resultado.
Así entonces As The Loves Continues es una de las producciones más redondas y complejas que Mogwai grabó y grabará en su historia. Es un viaje irresistible y además enigmático por una senda tan propia, tan especial. Los escalones de calma-tormenta-furia-serenidad-miedo-esperanza, una fórmula de componentes tan heterogéneos que estos se las ingenian para hacer fluir como pocas veces imaginaste, son juntos la montaña rusa emocional que necesitamos en estos días para sentirnos vivos dentro del caos y la incertidumbre del mundo. Al terminar la odisea, estaremos allá arriba con ellos, en la cima, donde siempre han estado y nunca serán alcanzados. Un lugar en el mundo que han patentado no solo en su imaginación sino en la mente de todos nosotros, sus fans.
Tracklist:
- To The Bin My Friend, Tonight We Vacate Earth
- Here We, Here We, Here We Go Forever
- Dry Fantasy
- Ritchie Sacramento
- Drive The Nail
- Ceiling Granny
- Midnight Flit
- Pat Stains
- Supossedly, We Were Nightmares
- It’s What I Want To Do, Mum
Me suena a: Movie Club, This Will Destroy You, Epic45
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