¿Ya conoces a SPRINT? Es una banda emergente de Irlanda cuyo sinónimo, para describirla, podría ser potencia. En 2024 lanzaron su primer disco largo, Letter to Self, y las cosas se pusieron intensas, con melodía, sí, pero fervientes y desbordantes durante 11 rolas que explotaron al máximo el frenesí punk que corre por las venas de estos cuatro chicos.
El grupo transforma el dolor en verdad, la pasión en propósito y la perseverancia en fortaleza. Con esta premisa se lanza en apasionantes riffs y enérgicas secuencias sonoras a conquistar corazones de melómanos cuya sangre hierva al momento de canalizar himnos del rock de cierto aspecto sombrío, porque la música de estos dublineses se pinta, de repente, con matices del post-punk, sobre todo instrumentalamente hablando.
Después de este lanzamiento han experimentado algunos cambios no solo de alineación sino también de sendas sonoras. No es que hayan desistido de su propuesta original, pero la robustes del rock y ese aspecto gótico en el ADN de sus composiciones los llevaron a crear algo como «Feast» más recientemente, un título inspiraado en la idea de la gula, el consumo desmedido y el deseo desde una perspectiva romántica y sexual.
El pulso de SPRINTS es incansable. No tenemos ninguna duda respecto a su futuro. Su fuego apenas se encendió y permanecerá así, incluso cobrando más fuerza, conforme se sigan abriendo puertas en la escena. El mundo necesita más bandas de este tipo, que golpeen el alma y sacudan las entrañas de quien se atreva a escuchar a todo volumen esta rebeldía teñida de oscuridad y convertida en manifiestos Punk de potencial redentor.
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