Lean con atención: nada que han escuchado recientemente va a sonar tan ochentero como esto. Así que si son de esos melómanos nostálgicos que constantemente miran hacia atrás con las luces apagadas y apenas una vela encendida para encontrar algo que les remueva el alma, esta banda británica es para ustedes: Social Youth Cult.

El grupo de Newclaste combina el post-punk más rudimentario con el rock gótico temperamental y crudamente melódico de antaño, con letras poéticas y profundas que intentarán tomar tu corazón. Alex Thibaut, Shaun Greer, Jack Stephenson y Holly Moore parecen ejecutar sus instrumentos dentro de un cuarto sin ventanas, con una luna rota afuera que apenas ilumina el interior entre las grietas.

El cuarteto habla de los romances fetichistas, las ausencias, el dolor y la melancolía que nos envuelve. Su sonido es de torbellinos eléctricos de baja fidelidad que se confunden con los propios lamentos de sus guitarras adoloridas, fundidas con un viento que levanta el polvo del lugar y murmura con los fantasmas de la noche que se acercan a lamentar sus promesas rotas.

Las referencias siempre son buenas, con ellas no pretendemos minimizar una propuesta ni restarle crédito como si fuera resultado de un registro genérico, más bien, creemos que pueden funcionar como guía de expectativas para los nuevos oyentes de una determinada propuesta, además de entender las raíces sonoras que inspiran su estilo artístico; por eso podríamos mencionar a Joy Division y Bauhaus como dos nombres que trascienden en los ecos sombríos de esta joven agrupación están dando sus primeros pasos en una escena muy subterránea y desértica, donde muy pocos afortunados los han podido ver hasta ahora. Quizá ahí, apartadísimos de los reflectores es donde se sienten más cómodos.