Bedroom Eyes es una de las bandas shoegazers más originales e inspiradoras de la actual escena alternativa, desde hace ya unos años. Los de Boston saben mirar al pasado y respetar los fundamentos del género, como muchas otras agrupaciones, pero con su ruido melódico nos llevan de la mano a un lugar especial en el presente, con palco estelar hacia el futuro; eso no lo hacen todos.
Ellos suenan explosivos y elegantes, dos términos que no suelen ir tan fácilmente de la mano, ya no digamos en el shoegazing sino en cualquier otro rubro musical. Y en su nuevo álbum de larga duración, Turned Away, han demostrado una vez más por qué su sonido es diferente, tan emotivo como alternativo. Estos nueve tracks nos someten de inmediato, cada uno desde sus introducciones, revolviendo emociones que solo se manifiestan en nuestras entrañas y viajan directo al corazón, ahí donde las melodías suelen distorsionarse con ruido y reverb para luego clavarse en nuestra memoria afectiva.
Los trucos de eco cristalino tan característicos del dreampop también están presentes, son palpables sobre todo en sus guitarras, luego, en menor medida, en las atmósferas. De esta manera, me parece que esta banda despierta como pocas los sentimientos del amor, la nostalgia y el optimismo de un instante a otro, y mientras más alto esté sonando su música, más intenso se vuelve este vaivén.
Desde el inicio, rolas como «Portraits» y «Planted» nos invitan a ese terreno aparentemente limpio de reflejos auditivos nítidos pero de sensaciones crudas, como si de un encuentro sutil -pero no discreto- entre el shoegaze y el college rock se estuviera llevan a cabo. Luego, canciones como «Around» y «Turned Away» nos sumergen a un mar de distorsión para sofocarnos en una especie de ruido blanco que, sin aturdirnos ni herirnos, nos raspa suavemente los oídos. Son estas dos canciones muy del estilo de My Bloody Valentine, muy del estilo noventero.
Y así llegamos a sintonizar los temas del cierre, «Brood» e «Iris» (con un interludio ambiental en medio, llamado «II»), los cuales hacen de sus guitarras las protagonistas de actuaciones que nos llevan de lo sofisticado a lo rudimentario, sin dejar de apelar a la clase en la ejecución instrumental. El segundo de estos tracks (y último de todo el set) tiene una estructura mucho más teatral, más contemplativa, y es perfecto para cerrar este soberbio elepé.
Con Turned Away, Bedroom Eyes se reafirma como una de las bandas más interesantes y consistentes del ruido shoegazer allá afuera; no dan paso en falso ni por error, juegan y sacuden las emociones en todas direcciones, pero siempre terminando de estremecer algo dentro del escucha que lo vuelve adicto a su arte sonoro. Estos norteamericanos arrancan desde los noventas, se reinventan en los años dos mil y actualmente están desempolvando una senda que los haga sentirse seguros en esta nueva década pero, mientras la suciedad se levanta y se mueve con el aire, ellos se meten ahí y revuelven un poco sus ideas para crear algo genuino y especial que se da vida entre el caos.
TRACKLIST:
Portraits
Planted
Around
I
Through Nights
Brood
II
Iris
Me suena a:
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