Cuando las palabras no alcancen a expresar lo que un vulnerable corazón quiere, llegará el post-rock para nuestra salvación. Hay de registros a registros en este género, y los que encontramos más emotivos son los que nos ablandan el alma a través de una construcción melodramática de ráfagas de energía melódica, trémolos abisales y ritmos que acompañan nuestras palpitaciones. Y Deer Park Ranger es un fuerte exponente de esta vertiente.

El proyecto solista de Trevor Humphrey tiene en su palmarés ya más de un par de lanzamientos discográficos en formatos de corta y larga duración, desde un nivel subterráneo y de producción independiente. Y en ellos el músico de California ha logrado proponer enfoques de paciencia y reflexión antes de elevarnos con cascadas invertidas de ondas sonoras súper estructuradas y penetrantes, mediante crescendos que hacen perdernos del aquí y el ahora. Su más reciente single, «Runes» es claro ejemplo de esta premisa; una demostración de drama creciente y suspenso romántico:

Si bien es cierto Humphrey sigue algunos patrones «clásicos» del post-rock instrumental (del estilo Explosions in the Sky o Sleeping Bear), él agrega una dosis de una sofisticada especie de suspenso que extrañamente resulta reconfortante o, hasta cierto punto, adictivo, pues nos lleva a viajes prolongados que no queremos suspender, sino por el contrario, queremos seguir experimentando hasta explorar las últimas posibilidades de las fronteras a las que nos dirige.

Hay algo en la música de Deer Park Ranger que parece estar trabajando constantemente en el equilibrio de una balanza emocional para que nosotros, como receptores de su arte, no desertemos. Sus obras pasan de lo denso a lo suave, de lo oscuridad del desconsuelo y la desolación a la luminiscencia de la esperanza y el jubilo. Es como si la nostalgia nos abrazara con un poco de miel y las dudas que nos atormentan se disipan mientras tanto; como si el camino hacia las respuestas de repente estuviera muy claro, por más estrepitoso o largo que este pareciera.

 

 

 

7 (+1) bandas subvaloradas del Post Rock