Cortland Gibson y Elaine Chang son Spike Hellis, una nueva banda de encrucijadas EBM y goth-industrial que está debutando este año con su primer disco de larga duración, homónimo.

Miren que la edición viene por cuenta de su propio sello discográfico, Over-Pop, y sus ocho canciones fueron compuestas y grabadas durante el confinamiento por la pandemia. En general es un disco lleno de energía, con una fuerza descomunal que se proyecta en cada percusión metálica, en cada grito espectral que llena el vacío oscuro con cadencia.

La música es una poderosa arma contra la desesperación y la angustia. Puede transformar estos sentimientos pesimistas en esperanza y alivio, aun con algunos espíritus hostiles rondando alrededor. Las palpitaciones techno-dance son también influenciables en esta obra. A través de ellas corremos entre sueños para encontrar nuevas frecuencias minimalistas y adictivas.

Lo que tenemos acá es una banda feroz y ambiciosa. No se guardan nada en su primera entrega discográfica. Buscan la liberación a partir de una catarsis industrial, mediante influjos del goth moderno para coreografías futuristas.

 

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