El Rock ‘n Roll del Diablo esparciendo su flama: Así se describen a sí mismos estos chicos llamados Thangorodrim (por el mundo imaginario de J.R Tolkien), provenientes de San José, California. Su música igual de incendiaria que psicodélica es un culto a las fuerzas oscuras, una oda al ocultismo desde una ceremonia de armonías eléctricas.

Primero habría que leer algunos de los títulos en las rolas que conforman este, su primer disco de estudio, Liberation in Unbound Chaos VI VI VI (ya solo el 666 con número romano nos advierte algo, ¿no creen?): «Though the Devil’s Door», «Cocaine of the Multiverse», «Santa Muerte», «Father of Flame» o «Hanged are the Bones of Love and Flesh». Son poderosos himnos luciferianos que conforman una obra conceptual perversa, de indómitos trances que suponen un dilema entre el peligro y el placer; un disyuntiva motivacional que solo tiene sentido a través del este acto de laceración que se vuelve adicción. ¿Están listos?