Hablemos de You Must Believe in Spring, un joven quinteto canadiense de shoegaze de ensueño que hace música que parece tormenta de ruido suave y celestial. Ni más ni menos.
Recientemente, el grupo de Vanouver soltó su primer EP en la historia, homónimo, con cuatro rolas (algunas ya editadas previamente) hechas de capas de reverb y disorsión que se fusionan en neblina melódica y luminosa. Es un vuelo con escalas para flotar sin peso, como si los sueños y el cielo se mezclaran en el mismo acorde.
Esto es shoegaze en estado puro: muros de ruido que no aplastan, sino que elevan; guitarras que tiemblan como espejismos y voces que se disuelven con el aire como si fueran suspiros de otra dimensión. Es el eco de otro mundo smergido en delay, y ahí vamos a entrar…