Llegó por fin Die in Love, un disco que estábamos anticipando con Greet Death desde meses atrás, con soberbios y alternativos avances que nos hacían frotarnos la mano en espera de estos momentos: sus primeras escuchas.
El sonido del grupo de Michigan, además de electrizante, sigue siendo denso, pero con un perfecto manejo de emociones que hacen de su instrumentación una más luminosa y suave por instantes, sin perder el desborde de sentimientos que siempre los ha definido, claro está.
La visión de la muerte es la que abraza toda la obra de arte, la convierte en una reflexión muy rica en matices emocionales, tanto que genera un choque interesante de paz y belleza aun en en el desconsuelo y el dolor. Entonces surgen los canales del alt-rock, shoegaze, slowcore y el noise-indie para darle forma a estas historias que se desgarran y oscilan en un clima envolvente.