Siendo uno de los nuevos enigmas de la música psicodélica de años recientes, Glass Beams no tardaría mucho en llegar a los estudios de KEXP, donde hicieron sonar sus conjuros melódicos como ritos antiguos, en los que cada nota y cada ritmo diern vida a serpientes sonoras que hipnotizan.
Para esta presentación, los australianos tocaron cuatro rolas de sus primeros dos EPs (dos del Mirage y dos del Mahal). Portaron sus misteriosas máscaras doradas de tipo doiles, llenas de piedras y cristales, y hechizaron todo el cuarto con sus instrumentales canciones hechas de sombras orientales y ecos árabes, proponiendo un trance de complejidad sagrada.
Fue un viaje alucinante de 24 minutos, tejido con instrumentos exóticos que parecían danzar entre el desierto y la selva. Y acá lo podremos disfrutar: