Yndling es el proyecto musical de la noruega Silje Esepevik, quien mezcla influencias baroque, chill out y synthpop sobre una base etérea de dreampop ensoñador y romántico. Su sonido es como una brisa que acaricia el pecho con ternura fría, entre voces seductoras y sintetizadores de algodón.
Esta chica tiene en su haber diversos singles, EPs y un LP que apenas lanzó el año pasado, proponiendo en todos sus trabajos melodías que se disuelven como luces de color pastel en la niebla. Esto le ha permitido salir de su continente y llegar a distintos venues de América del Norte, donde ha conectado rápidamente con los oyentes que buscan ese pop de capas que les diga algo dulce al oído.
Inmediatamente surgieron las comparaciones con Beach House, Melody’s Echo Chamber y Blouse, y es fácil entender por qué: la música de esta chica también te hace florat en peceras celestes, te envuelve con la misma nostlagia y amor delicado, con las mismas fórmulas instrumentales y electrónicas que hacen de cada nota un pétalo que cae lento sobre un corazón latindo.
Esto la ha llevado a seguir produciendo desde el estudio, últimamente con un eco un poco más tormentoso y bajando un poco las luces. Algunos pensarían que probabdo en el shoegazing más blando e inocente, sin tanta dostorsión de por medio y con la experimentación rítmica electrónica marcando el paso:
Aun así, Silje no deja de apostar por los ecos suaves de la ensoñación, por más ruido que amenace con invadir su registro. Su voz brilla como reflejo lunar, sus cantos se tornan angelicales y esta cadencia tiene efectos oníricos que colocan a la mente y el espíritu en un estado diferente.
Tenemos un excelente relevo del dreampop, señoras y señores.