She’s Green es la banda que pinta de colores pastel tus sueños, que hace tan real esa caricia que nunca ocurrió pero que el corazón recuerda después de despertar. Es una banda que, aunque no lleva poco flotando en la escena, se ha tomado las cosas con calma, puliendo sus sedosas y fantásticas composiciones con cautela y mucha delicadeza.
En este año ha compartido dos temas de enfoques olímpicos, instrumentalmente hablando, llenos de capas sonoras que se abrazan como amantes que se disuelven en la bruma de la memoria. Son "Graze" y "Figurines", ambos colgados en la red mediante sus respectivos videoclips.
Flotar en el ruido de esta hermosa banda es como besar una tristeza que no duele pero sí deja huella; como escuchar guitarras irreales que no suenan, sino que te besan. Su música es tan romántica como esa carta de amor infinitio que nadie nunca escribió: