Oyama es una de las banas más refinadas de Islandia que hemos conocido en los últimos años. Su sonido es como un beso helado en la frente, pues el dreampop de estos chicos se crea en atmósferas casi gélidas y sabe a nostalgia mezclada con amor.

En su nuevo elepé, Everyone Left, llenan sus canciones con capas refinadas de reverb y cantos seductores. Parece que hacen del invierno un set que abriga al oyente hasta el alma. Es un trabajo que no te pide nada más que cerrar los ojos y dejar que cada nota saque la mejor sonrisa de satisfacción de tu rostro, el mismo que recibe caricias de estas aterciopeladas ráfagas eléctricas llenas de luz.

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