¿Se habían imaginado a dos bandas como Bright Eyes y Cursive juntas en una colaboración? ¡Nosotros tampoco! Más interesante se pona la cosa cuando te das cuenta que no fue una colaboración cualquiera, sino un mashup con dos de sus rolas más representativas de otras décadas.
Esto lo hicieron con el propósito de contribuir a la causa de Poison Oak Project, un proyecto con el que Conor Oberst y compañía apoyan a la comunidad LGTB mediante diversas organizaciones. Entonces, las canciones «Lover I Don’t Have to Love» (Bright Eyes) y «The Recluse» (Cursive) fueron fusionadas en una mezcla sin especial, intitulada Recluse I Don’t Have to Love, lanzándola en su versión final al aire para que todos podamos escuchar:
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