Fiction

2025


  • Con letras que abordan la dualidad de una vida nocturna, los placeres secretos y la soledad que perturba, The Horrors nos presenta un disco que escatima en los recursos evolutivos de su sonido, con energía revitalizada y nuevas fronteras creativas en los procesos de composición. No estamos en el presente, estamos flotando entre el pasado y el futuro, en constante movimiento.

The Horrors ha terminado con la espera de uno de los álbumes más anticipados del año, Night Life, un trabajo que desde sus avances previos se antojaba experimental, además de oscuro que sus entregas más recientes (y en ese sentido, más parecido a sus primeros discos). Ahora que circula en la red y en varios reproductores en casa de sus seguidores más acérrimos, podemos decir que la sensación de que la banda está atrapada en el limbo del tiempo, es real.

Mediante nueve tracks, los británicos nos sumergen en un estado de trance sonoro con la electrónica y el post-punk encontrándose en texturas sintéticas e industriales, apelando a los ritmos bailables pero también al punch instrumental, principalmente de sus percusiones y guitarras. De hecho, hay temas como «Silent Sinister» y «Trial By Fire» que suenan medio metaleras, además de que la voz de Faris Badwan emula a Marilyn Manson (¿no lo creen?). Y hablando de Faris, adelanto que acá pulió su genio lírico, pues ha presentando una de sus mejores colecciones en cuanto a frases se refiere.

¿Esto es synth-rock, entonces? Algunas rolas calificarían en esta etiqueta, tales como «Ariel», «More Than Life» y «LA Runaway», recordando mucho el estilo de Luminous (2014). Sin embargo, hay episodios más expansivos y ambiciosos en los campos de la electrónica, generando atmósferas de energía casi espacial que se expande en fronteras no antes exploradas por la banda. En esta gama aparecen «The Feeling is Gone» y «Lotus Eater» como lo más destacado, haciéndonos imaginar un encuentro entre Gary Numan y Depeche Mode en un laboratorio científico en las tinieblas.

​»The Silence that Remains», uno de los singles promocionales, es uno de esos puntos que nos hacen mirar al pasado de The Horrors. Sabemos que habían sido más de ocho años sin lanzar disco, pero en estos casi seis minutos nos hicieron regresarnos hasta el 2007, cuando Strange House emergió entre las sombras. Y por eso se ha convertido rápidamente en uno de los favoritos de este elepé.

En general, la expriencia sonora es diversa, pero el trabajo de producción ofrece una experiencia evolvente y cohesionada, brincando de una capa de sonido a otra sin que las distancias se sientan tan prolongadas. Es importante recordar que la banda viene de experimentar cambios importantes en su alineación, como la salida del bataco Joe Spurgeon y el guitarro Josh Hayward, para que se incorporaran Amelia Kidd y Jordan Cook. Tal vez este par esté aportando una bocanada de aire fresco a la cadencia del grupo, ¿no?

Con letras que abordan la dualidad de una vida nocturna, los placeres secretos y la soledad que perturba, The Horrors nos presenta un disco que escatima en los recursos evolutivos de su sonido, con energía revitalizada y nuevas fronteras creativas en los procesos de composición. Y no estamos más en el presente, sino flotando entre el pasado y el futuro, en constante movimiento.

Con Night Life los ingleses regresan con autoridad, no precisamente aportando innovación a la escena ni compitiendo por el mejor registro discográfico de su propio catalogo, pero sí reafirmando su vigencia y su capacidad para transformarse ni desconocer su propio sello característico. No cualquiera puede presumir de saber adaptarse a las tendencias actuales sin traicionarse a sí mismos.

TRACKLIST:
  • Ariel
  • Silent Sinister
  • The Silence that Remains
  • Trial By Fire
  • The Feeling is Gone
  • Lotus Eater
  • More Than Life

Me suena a:
Depeche Mode
Raven Numan
Stella Rose