Fobia es una banda clave para entender el rock y el indie en México durante las últimas décadas. En sus inicios, muchos la etiquetaron como «fresa» o de un nicho más alternativo, principalmente por su estética y un sonido más pulido y sofisticado, con claras influencias del post-punk y new wave. A diferencia de otros grandes nombres del rock nacional y latinoamericano de finales de los ochentas y principios de los noventas, su estilo se sentía más limpio y melódico.

Además, sus letras abordaban temas más ligeros, abstractos y humorísticos, pero también tocaban los miedos y ansiedades con una actitud irreverente, aunque sin ser del todo contestatarios.

Con el tiempo, el grupo fue mutando en su sonido (no tanto en su estética) y se abrió a la experimentación, sumando nuevas influencias sin perder su esencia alternativa y rockera. Esto se debió, en parte, a los constantes cambios en su alineación y a los proyectos alternos de sus integrantes, pero sobre todo a la insaciable creatividad y evolución de Paco Huidobro, cuya fama de genio incomprendido y de ser complicado en el estudio no es gratuita: es bien sabido que el señor es un perfeccionista del sonido y un obsesivo del arte.

Otro sello inconfundible de la banda es la impecable voz de su frontman, Leonardo de Lozanne. Su timbre tan claro y juvenil, a veces con matices irónicos y hasta dramáticos, junto con esos tremendos falsetes, encajan perfecto con el estilo sonoro sonido Fobia.

A lo largo de los años, varios músicos han pasado por sus filas, dejando cada uno su propia huella en diferentes etapas del proyecto. Figuras clave como Iñaki Vázquez, El Cha! y Jay de la Cueva, así como Mauricio Clavería, Federico Fong, Gabriel Kuri y Jorge «Chiquis» Amaro, entre otros, han aportado a la evolución de su sonido, casi siempre bajo una alineación de cuarteto o quinteto. Pero, a pesar de sus cambios de alineación, las pausas y su gusto por mezclar influencias de distintos extremos, Fobia ha sabido mantenerse vigente, siempre fiel a su esencia. Su autenticidad y creatividad han sido la clave para seguir a la altura de las expectativas, tanto de la crítica como de su leal base de fans.

Y lo mejor es que nos ha dejado un catálogo repleto de joyas que vale la pena explorar. ¿Nos acompañan en este recorrido?

 

1. La Iguana

Fobia LP, 1990

Una de las rolas más enérgicas de su fantástico disco debut, «La Iguana», es como un hechizo sonoro en el que la ironía y la obsesión por un amor imposible bailan con lujuria y gracia. Así, esta brujería con melodía destila delirio encantador, con una ironía tan fina como peligrosa. Instrumentalmente hablando, también cuenta con una dualidad interesante: por un lado viene de la escuela ochentera, pero parece brillar con una nitidez y un trabajo de producción más vanguardista para su época, precisamente abriendo una década nueva en la que realizarían varias fusiones de manera audaz.

 

2. Caminitos Hacia el Cosmos

Mundo Feliz LP, 1991

Para su segundo elepé, el humor negro y la sátira seguían marcando la pauta de sus letras, así como de su instrumentación juguetona. En canciones como «Caminitos Hacia el Cosmos» van dejando atrás el post-punk y se asoman a la ventana del alt-rock (de tintes pop), y se siente como una mutación muy sana para la banda que iba transformando poco a poco su sonido. Mientras tanto, en este viaje interestelar se divirtieron como locos; firmaron uno de sus estribillos más memorables y nos llevaron a un paseo que fue seguro gracias a las indicaciones de una misteriosa pero atenta anfitriona que se preocupó por nuestra seguridad.

“Atención: a su derecha se encuentra la vía láctea. En ella existen más de un millón de estrellas.  Favor de abstenerse a sacar las manos del carrito y de tomar fotografías con flash”

 

3. Regrésame a Júpiter

Leche LP, 1993

Todas las bandas de larga trayectoria tienen su disco «menospreciado», ¿cierto? Eso no significa que sea malo. De hecho, cosa curiosa, en muchos casos y con el paso del tiempo suele volverse una obra de culto para los fans. Algo más o menos así pasó con Leche, porque en su momento no hizo mucho ruido ni le fue tan bien en ventas, tal vez como castigo de la industria por ser el más crítico y político que había sacado Fobia (por ejemplo, su single principal, «Los Cibernoides», es una burla a Televisa).

Independientemente de lo anterior, el set tiene rolas realmente buenas. De hecho, «Regrésame a Júpiter» es una de las mejores en todo el portafolio del grupo. Y es que fue una de las más ambiciosas desde que coquetearon con el space rock y la psicodelia como nunca. Este es un himno de amor espacial, de efectos estupefacientes y una mezcla quimérica adictiva. Además, en esta faceta fue cuando Leonardo comenzaba a consagrar su voz como una de las mejores que se la escuchado a un vocalista en México y en cualquier otro país de habla hispana.

 

4. Descontrol

Amor Chiquito LP, 1995

Después de Leche, Fobia ya se sentía cómoda con los altos decibeles, más influenciada por el hard-rock y el grunge que para la mitad de los noventas se apoderaban de casi todos los canales de transmisión de música mainstream. Cuando llegó Amor Chiquito encontraron ese punto medio exacto entre rudeza y sutileza, es decir, un equilibrio bien calculado entre su potencia instrumental y la riqueza melódica de sus canciones. Además, sus líricas ya eran más serias y poéticas, abordando temas más introspectivos y filosóficos, sin dejar de lado los aderezos con dolor del desamor y con la miel del amor, claro está.

«Descontrol» es uno de los temas emblemáticos del disco, con uno de los sonidos más sólidos y soberbios que lograron, y con la característica voz de Leonardo de Lozanne que continuaba en un nivel distinto.

 

5. Una Vida Sencilla

Rosa Venus LP, 2005

Tras la inestabilidad creativa, los problemas de convivencia y la sed de experimentar en nuevos proyectos fuera de la banda, se pasaron nada menos que 10 años sin Fobia. En este periodo casi todos los integrantes hicieron de las suyas, ya sea en solitario o en otros grupos y proyectos, como músicos y como productores también. Por eso, cuando regresaron con Rosa Venus fue como meter en una licuadora todo lo que habían desarrollado en otros rubros, con una visión más indie y fresca para su música. De ahí sale «Una Vida Sencilla», rolita de rock sencillo, precisamente, pero bien ejecutado. Su letra es, también, sencilla, pero muy pegadora. Y lo mejor de todo es que la banda sonaba súper rejuvenecida.

 

6. El Crucifijo

Fobia LP, 1990

Regresando a sus orígenes más sombríos y tal vez los más refinados en cuanto a sonido se refiere, tenemos que enfocarnos en esta perla llamada «El Crucifijo». Es una de sus canciones más estilizadas y envolventes, con la penumbra vistiéndose de terciopelo y la melancolía resonando con una elegancia casi sobrenatural. Es como una caminata a través de catedrales en ruinas dentro de un escenario desolado e inquietante, con un clima gélido, donde los susurros góticos nos abrazan el alma con nostalgia. Aplausos eternos para este himo crepuscular atemporal.

“Y es que hemos muerto de amor, pero el amor nunca muere…”

 

7. Miel del Escorpión

Leche LP, 1993

Oigan, ¿y si les dijeran que Fobia incursionó en el reguetón antes de que este género tuviera fama mundial? No se rían, porque el estribillo de «Miel del Escorpión» lo probaría. Claro, esta reflexión surge ahora, pero en su momento no parecía más que una secuencia de percusión más tropicalona y jocosa con el espíritu jovial que caracterizaba a la banda, y nada más. Lo cierto es que, a pesar de ello, esta canción es una de las más oscuronas y teatrales en su discografía. Sí, nos lleva al mar a través de la selva, pero parece que el recorrido es de noche y con algunos animales salvajes y espíritus malignos asechando. Ahí, estaremos sedientos de este exótico elíxir al que Leo y compañía hacen referencia para saciarnos de placer y veneno dulce.

 

8. Hipnotízame

Amor Chiquito LP, 1995

Es de lejos la mejor balada y uno de los tracks más redondos que han grabado. «Hipnotízame» representa una lucha interna cuyas ideas aparentemente contradictorias tienen un significado coherente y evocador. De esta manera, entre paradojas y anáforas, Leonardo de Lozanne firma una de sus letras más poderosas, exponiendo sus dilemas existenciales y emocionales de manera inteligente. Por su parte, Paco Huidrobo creó una coraza instrumental tan sólida como suave, distinguida en uno de los moods alternativos más prodigiosos de su palmarés. Se puede decir, también, que la cadencia y el manejo de sus distintos niveles de intensidad tienen el mismo enfoque dual que se ajusta a la perfección con la narrativa de la rola.

 

9. Pudriendo

Fobia LP, 1990

Junto a «El Crucifijo», esto es lo más darky y post-punk que llegaron a sonar los de Fobia. Hay algo en «Pudriendo» que va apachurrando nuestras entrañas conforme nos hace avanzar lentamente por ese pasillo sonoro que parece no tener destino. Es una intensa canción sobre la muerte. Habla precisamente del suicidio por desamor de una manera tan grotesca y al mismo tiempo tan conmovedora, que las tripas y el corazón se abrazan con aflicción y luego se retuercen de alivio. Es uno de los registros más fascinantes y desgarradores por todo lo que hace grande esta canción: su cruda letra, su sensibilidad vocal, la elegante instrumentación (gracias, maestro Huidrobo) y la atmósfera tan aplastante que te deja en absoluta vulnerabilidad.