Si algo bueno nos dejó ese maldito año de la pandemia a los melómanos es Moon in June, una nueva perlita japonesa de shoegaze que ejecuta su reverb, la distorsión y el efecto glide con una elegancia que parece ir contra el fragor del caos melódico. Desde entonces han estado activos pero intermitentes, digamos, tomándose las cosas con calma.
Tenemos dos EP y LP, con una evolución notable de por medio. En ambos casos la dulzura y el amor se encuentran con el ruido y lo más etéreo del dreampop, conjugando elementos de manera celestial y con cierta inocencia. Sus melodías cautivan a primera escucha y la luz que refleja su instrumentación es resplandeciente, mientras que la voz femenina al frente parece la de una niña adolescente que no tiene miedo de expresarse ni de crecer aprisa.
Como pueden ver, el joven grupo es fan del anime y eso se refleja en las carátulas de sus producciones discográficas. También son fans de Slowdive (le hacen un guiño muy obvio con una canción con ese nombre) y seguramente de toda esa ola sonora noventera en el underground. Y es que suenan de aquella época, no les vamos a mentir, pero también suenan frescos y vigentes.
El resplandor sonoro de Moon in June se funde con los colores pastel de los escenarios que crean con sus bonitas composiciones. Envuelven cada nota en un sueño etéreo, en el que las siluetas de nuestras personas favoritas se relfejarán en el agua de un charco de neón.
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