Si bien es cierto no es un disco que trasciende géneros, sí representa un extraordinario puente de conexión de emociones y estilos dentro del shoegazing. Cloakroom desarrolló un universo en el que coexisten los elementos etéreos y terrenales sobre una misma base de ruido pesado, con cada riff y cada atmósfera definiendo un estilo propio.
La primera expresón que a mi mente se viene cuando escucho a Cloakroom es ruido melódico e intenso. La banda de Northwest, Indiana navega entre la bruma pesada del shoegaze y el resplandor del pop con ciertos aspectos de fragilidad folk en su sonido. Su nuevo disco de estudio, Last Leg of the Human Table se conforma por estas premisas, con canciones que contrastan de manera armoniosa e irradian pura nostalgia y romanticismo.
En un set de 10 rolas encontraremos guiños al pasado y presente de la escena, con guitarras sesenteras contando anécdotas de electricidad a las noventeras. A veces parece que los recorridos nos llevan por un desierto bajo la luz del sol y sobre las esperanzas de un destino mejor, como en «Bad Larry» y «On Joy and Undesrving», ambas diferenciadas por su composiciòn instrumental: mientras una es màs orgánica, la segunda es un poco más experimental.
El estilo que más predomina es el titánico shoegazing compuesto de paredes de ruido aparentemente sólidas y distorsiones corrosivas. En este rubro están «Ester Wind», «Story of the Egg» y «Turbing Song» como los momentos más destacados y precisos de la producción. De alguna manera, es como escuchar a Whirr y Cold Gawd bajo efectos de estupefacientes, con la misma fuerza pero con mayor ambición de expansión.
En un punto medio aparecen «Unbelonging» y «The Lighs Are On», adoptando ciertos elementos dreampop pero valiéndose de la cndensación del ambiente para ofrecernos algo titánico y robusto, con mucho punch (intrsumental y emocional). Es como si encontraran un equilibrio entre la accesibilidad del pop con la melancolía del vacío que produce un cuarto oscuro, todo sostenido por una arquitectura sonora precisa y libre.
Por eso considero que Last Leg of the Human Table, si bien es cierto no es un disco que trasciende géneros, sí representa un extraordinario puente de conexión de emociones y estilos dentro del shoegazing. Cloakroom desarrolló un universo en el que coexisten los elementos etéreos y terrenales sobre una misma base de ruido pesado, con cada riff y cada atmósfera definiendo un estilo propio.
TRACKLIST:
The Pilot
Easter Wind
On Joy and Unbelieving
Unbelonging
The lights Are On
On Joy and Undeserving
Cloverlooper
Turbine Song
Me suena a:
Nothing
Whirr
Cold Gawd