Aunque suele conocerse como un «proyecto alterno» de Jason Martin de Starflyer 59, lo cierto es que Bon Voyage es algo más que eso, con Julie Martin (esposa de Jason) fungiendo como pilar distintitvo de una fórmula sonora que fue tan dulce como alternativa, sonando como pocas. Si bien por ahí le han dicho «la Starflyer con voz femenina», esta banda tiene un enfoque propio del ruido y el pop, apelando más al minimalismo y reduciendo los efectos lo-fi y fuzz para darle más pureza a su eco final.
¿Le damos play a estas rolitas para repasar las distintas fases de su repertorio?
West Coast Friendship
Cuando lanzaron su primer disco (1998) el auge shoegazer noventero ya había alcanzado su clímax, pero de ese fuego el dúo reunió algunas de sus cenizas pero se centraron un poco más en el pop. De esta manera, este trabajo logró una perecta fusión de caos melódico y romanticismo nostálgico, con una instrumentación semiorgánica y una de las voces de mujer más dulces y lindas que se habían escuchado en el indie para ese entonces. Chequen esta rolita y díganos si no opinan lo mismo:
Kiss My Lips
También la dinámica calma-ruido-calma rindió frutos en los primeros y fugaces pasos de Bon Voyage en la escena. «Kiss My Lips» tiene un balance perfecto entre polos opuestos: ternura y sutileza sonora contra paredes de ruido bien densas y texturas pedregosas. Y qué decir de la voz de Julie… suena como la de un ángel en medio del caos.
The Third Marie
Unos años después de su debut y entre varios lanzamientos de SF59, Jason Martin y Julie pudieron concretar otro disco que se cargó más al pop que al shoegaze. De repente había dreampop, claro está, pero digamos que la fórmula general fue una mucho más sintética que eléctrica, aunque algunos episodios sí pueden robarse el término «eletrizante» (en sonido y emociones). Temas como «The Third Marie» suenan agridulces instrumental y atmosféricamente hablando. Tiene ritmos cambiantes y tal vez poco ortodoxos, y un timbre vocal sublime.
The Telephone
Muchos podrían pensar que del disco The Right Amount (2002) y canciones como «The Telephone» se inspiraron muchas bandas venideras como Still Corners o Frankie Rose, sobre todo en el hermoso sonido de sus guitarras tan blandas y volátiles. Es una hermosa canción que goza de una de las melodías más envolventes de Bon Voyage, sin lugar a dudas. Es como una mezcla sutil de new wave y synthpop, ¿no lo creen?
The Good Life
Aunque su último disco Lies (2008) fue mucho más electrónico, luminoso y sintético de lo que habían hecho Julie y Jason (juntos o por separado) en el pasado, todavía alcanzaron a registrar pocas composiciones de un corte más indie/dreampop, como lo fue «The Good Life», una rola que parece entrelazarse con su trabajo inmediato anterior.
You’re Wonderful
Pero nada como su punto de partida, por eso nos regresamos a su discazo debut homónimo. Con una secuencia muy similar a la de «Kiss My Kips», este temazo exalta aun más las emociones entre el ruido y la cadencia que entran por los tímpanos y se dirigen directo al corazón, removiendo algunas cosas ahí dentro. El amor alcanza un nuevo nivel; esos torrentes de electricidad caen como cascadas pesadas que te tumban sometido. No hay más opción que dejarse llevar.
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