Con un proceso de grabación que no llegó ni al mes (durante una breve estadía en Islandia), Kathryn Mohr nos presenta su más reciente placa discográfica: Waiting Room. Sus tracks fueron concebidos en una habitación muy rudimentaria de concreto, sin ventanas, iluminada con bombillas milticolores (checa la portada). El escenario parecía más bien abandonado.
Con ello Mohr logró capturar una atmósfera de desolación con una resonancia de baja fidelidad, de tonos rústicos y sentimientos muy humanos. Algunos temas son más etéreos, otros se sumergen más en la oscuridad y unos más parecen abstractos en el ejercicio de su comprensión, siempre inspirándose en el terror y la desolación que produce el aislamiento al que estuvo voluntariamente sometida. Y el resultado es profundo.
¿Quieren escuchar? Acá les dejamos el elepe completito:
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